“Se terminó la época de los tibios”, dijo el secretario general de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA), Héctor Laplace, sobre los que no fijan postura ante la minería. Fue tras el 42do congreso nacional del gremio que se llevó a cabo en la localidad santacruceña de Puerto San Julián. Se refirió al documento emitido por la Agrupación 17 de Octubre, la línea mayoritaria dentro de AOMA, en el que se reivindicó la necesidad de avanzar en obtener la licencia social y afianzar el desarrollo sustentable de las comunidades.
En el encuentro gremial en San Julián, que transcurrió días atrás con la presencia de 46 congresales provenientes de cada uno de los enclaves mineros del país y de la comisión directiva nacional, se debatió sobre la situación minera actual escuchando a todos los actores presentes.
En la oportunidad, la Agrupación 17 de Octubre inició el Congreso con un extenso documento en el que principalmente se reclamó un mayor compromiso de algunos sectores empresariales y políticos “que no entienden la importancia de la actividad minera en el desarrollo económico del país”.
Laplace se refirió al documento que se leyó al iniciar el Congreso y consideró que “queda claro que la actividad minera está en condiciones de jugar fuertemente en primera, por lo que es una obligación lograr la licencia social. Esto quiere decir que, a partir de la posibilidad concreta del desarrollo de un proyecto minero, se debe lograr la aceptación de la comunidad; hablar con la gente que está en los alrededores del emprendimiento. Hoy tras 18 años del nacimiento de la actividad minera metalífera en la Argentina, todavía no lo hemos aprendido. Todavía se sigue legislando para la actividad minera desde el Obelisco.
Nosotros decimos cuál es nuestra opinión, pero no alcanza. Por eso, hacemos nuevamente un llamado a la sociedad, particularmente al sector empresario que no siempre está jugando el partido como debiera. Cuando hay un inconveniente, cada uno trata de salvar su rancho y no se actúa en conjunto. Todos nos deberíamos sentir involucrados cuando hay un ataque a la minería, sea donde sea que se esté desarrollado el proyecto. Desde Jujuy hasta la Patagonia, debemos salir a dar las explicaciones que correspondan, en bloque y darle la información necesaria a la gente. El peor error que podemos cometer es no informar a las comunidades. A eso nos referimos con licencia social”.
El dirigente sostuvo que sobre este tema deben trabajar todos los actores de la comunidad, las cámaras empresarias, los estamentos estatales que entienden el tema, los proveedores, etc.
“Convengamos que la actividad minera es joven, pero ya deberíamos haber aprendido algunas cosas. Hace sólo cinco años, era práctica común negar el acceso del periodismo a un proyecto minero. Estos son errores que se terminaron pagando caro, porque el común de la gente saca una conclusión sencilla y lineal: si no los dejan entrar es porque algo esconden. El peor error es no abrir la puerta para mostrar cómo trabajamos, qué hacemos, cuáles son los riesgos, en qué podríamos perjudicarlos y cómo hacemos para que eso no ocurra”, dijo.
“A esto se le suma que antes de la legislación que permitió la llegada de capitales extranjeros para estos emprendimientos, se hicieron grandes macanas ambientales, y hoy estamos remediando proyectos cerrados hace 20 ó 30 años. Antes no teníamos ni las leyes ni la exigencia ambiental que hay ahora y esto hay que explicarlo, caso contrario seguimos estando en falta con la sociedad”, destacó.
El dirigente sindical se refirió también a todos aquellos actores sociales que no fijan su postura ante la actividad minera. “Hay que reconocer que como hay gente que habla de la actividad minera sin conocerla, también hay intendentes, gobernadores o funcionarios que especulan con sus candidaturas, sus carreras políticas, defendiendo o denostando a la minería, pero sin explicitar sus posiciones. Nosotros pretendemos que las posiciones se fundamenten públicamente, y que luego cada uno se haga cargo de sus dichos. Como por ejemplo hace la Presidente, que se expresa claramente a favor del desarrollo minero, tanto a través de actos, documentos y discursos, como de medidas concretas”.
“No podemos negar lo que pasa en Santa Cruz, Perito Moreno, Gobernador Gregores o San Julián. Tampoco podemos negar la situación de San Juan, La Rioja o Jujuy. Lo tenemos que decir, se terminó la época de los tibios, debemos ser claros. El futuro dirá quiénes son los dueños de la verdad”, indicó.
