No fue un clásico más. Para Emmanuel Campo, el empate 2-2 contra Maipú de Mendoza será inolvidable porque en ese escenario se dio el gusto de gritar su primer gol con la camiseta de Sportivo Desamparados, el club de sus amores. Lo festejó como loco, agradeció a todos y lo dedicó especialmente a su papá y a su novia, que desde la platea disfrutaban. Después, Emma sufrió demasiado con el empate mendocino pero sabe en su interior que ese gol no lo olvidará jamás. Los recuerdos se le mezclaron. De aquel comienzo en la escuelita de Banco Hispano, al paso a Desamparados cuando tenía 9 años y el gran salto a River Plate para estar 8 años en la cantera Millonaria, han pasado demasiadas cosas y Campo lo sabe. Hoy, más maduro y más suelto, sabía que ese primer gol estaba por llegar: ‘Venía más suelto. Había tenido varias opciones en este torneo y por fin se me dio. Antes, en otros partidos, me habían sacado algunos remates los arqueros, pero el domingo entró y lo grité como loco. Se me cruzaron mil cosas por la cabeza pero mi mayor felicidad fue hacer mi primer gol con la camiseta del club del que soy hincha’, contó Emmanuel. Esperaba y por fin llegó.
