Alguna vez llegaron al distrito El Chinguillo -en Iglesia- y entre todos los asociados pudieron levantar la única escuela que funciona en el lugar y sus alrededores. No les importó invertir buena parte del dinero ahorrado con tal que los ocho niños Solar -hijos de dos hermanos, los únicos habitantes del lugar- tuviesen donde estudiar. Hoy la escuela -caracterizada por los paneles solares- no tiene alumnos, pero sigue en pie.

Otra vez y en varias oportunidades, fueron a la escuela albergue de Huerta de Huachi (en Jáchal). La última, justamente fue el año pasado y cargaron cajas y cajas con donaciones de ropa y elementos de educación física y libros para armar un biblioteca.

Ahora, los integrantes del Club Amistad y Servicio, eligieron ayudar a los 150 alumnos de la escuela primaria Francisco Villagra, de la zona de Alto de Sierra, en Santa Lucía, casi colindante con el departamento 9 de julio. Saben que los niños que concurren a este establecimiento tienen que prestarse las zapatillas para poder concurrir a clases, entre otras carencias que padecen. Es por eso que iniciaron una campaña para poder conseguir pares y pares de cualquier tipo de calzado, además de ropa de abrigo, útiles escolares y algunos alimentos básicos (tales como leche, azúcar, cacao y harina) para sostener el comedor, un espacio vital para una zona tan pobre. La idea es llevar un cargamento de donaciones a mediados de abril, como máximo. Será antes que comiencen los primeros fríos así la campaña cumple con su objetivo.

"Nosotros nacimos siendo parte de otra institución solidaria pero como no compartíamos los objetivos, decidimos de algún modo independizarnos y empezar a trabajar apostando por la educación. Creemos que con niños educados este país puede salir adelante y puede dar pasos agigantados. Por eso, colaboramos en la medida de nuestras posibilidades, para que los alumnos carenciados no abandonen los estudios por falta de dinero. Pero también contribuimos para que la falta de útiles o ropa o calzado no sea un impedimento para llegar a la escuela. Es que entendemos que la educación debe ser para todos. Por eso intentamos que quienes nos rodean dejen de ser indiferentes y les den una oportunidad a los que quieren estudiar", cuentan sus objetivos con orgullo Emilio Espinoza, Roberto Salas y Daniel Martín, quienes ocupan los cargos de presidente, secretario y primer vocal del Club Amistad y Servicio.

En esta entidad, además de hacer campañas solidarias, entregan becas de estudio y han implementado el Premio Alberdi para los mejores promedios en la materia Formación Etica y Ciudadana de alumnos de escuelas de Santa Lucía, únicamente. "Es un incentivo para los chicos para que puedan aprender a valorarse como ciudadanos con opinión", dicen.

Mientras tanto, actualmente, el foco está puesto en llegar con lo que se necesita en la escuela Villagra. Para eso, aquellos que quieran colaborar pueden llevar las donaciones a la sede del club de Santa Lucía o también pueden contactarse con los socios para pedir que retiren lo que puedan regalar, de los domicilios particulares (Ver Para sumarse). Todo sea por salvar las carencias, a tiempo.