Cuando habla de la cordillera del departamento Iglesia se nota en sus ademanes que casi está tocando sus palabras. Es como si José Rodríguez, un histórico trabajador del Ministerio de Minería, más conocido en el ambiente como “Pajarito”, acariciara cada recuerdo. El hombre, de un perfil muy bajo, fue baqueano en Iglesia, especialmente en su lugar de nacimiento, la Reserva San Guillermo. “Yo tengo más de 50 años de experiencia en alta montaña. Con sólo 8 años me iba con mi padre a lomo de mula a las termas de San Crispín, donde muchos chilenos venían a vacacionar en la década el ´60. Ellos venían y pasaban a San Juan a través de la zona donde hoy está la mina Veladero”, recordó José, y agregó: “Los chilenos venía a curarse de los dolores porque hay en el lugar aguas termales de hasta 95 grados. Además le rezaban a San Crispín, cuya imagen dicen que se puede ver en un cerro. Yo acompañaba a mi papá a cobrar el pastaje a los que traían sus caballos y otros animales a alimentarse durante el verano”.

Este experimentado amante de la montaña y de la minera trabajó ayudando con los animales en la Reserva San Guillermo, donde su padre era encargado. Luego de hacer el servicio militar, emprendió rumbo a otro pueblo iglesiano. “Era joven, tenía ganas de conocer y me fui a trabajar a Pismanta. Aquí fue donde aprendí a cocinar. Trabajaba lavando copas en un restaurante, entonces me hice amigo de los cocineros y mirando aprendí. Eso me sirvió mucho después porque muchos geólogos de empresas mineras y gente de Gendarmería me llamaba porque yo elegía los animales, los guiaba y les hacía de comer en la montaña”, dijo Pajarito.

Según contó el hombre, “me llamaron en el año ‘87 para cocinar en una expedición de 24 mulas durante 43 días en la zona de El Altar, Los Azules y Cenicero. Recuerdo que los jefes dormían en carpa. Nosotros dormíamos al aire libre en bolsa-cama, pero yo estaba acostumbrado”.

Su mirada y su voz se llenan de orgullo al reconocer que todo lo que sabe sobre la montaña lo aprendió de su padre y este a su vez de su abuelo. Ignacio Rodríguez, padre de José, colaboró durante muchos años con la por entonces Dirección de Minería de la provincia de San Juan: alquilando animales para las expediciones, guiando a los geólogos e ingenieros, cazando y haciendo de comer para ellos. “Recuerdo que le ofrecieron nombrarlo parte de la Dirección, pero él dijo que no, que quería que su puesto me lo dieran a mí. Y así fue como yo entré. Ahora tengo 34 años de antigüedad. Y al llevar tanto tiempo, por ahí me pongo nostálgico y me pongo a ver los viejos documentos y libros para recordar”, comentó emocionado Rodríguez.

Pajarito constantemente repite el cariño que siente por su departamento natal y específicamente por la reserva San Guillermo. Y relata con mucha pasión cada una de las historias que vivió y las cosas que aprendió con su padre. “Él sabía todas las mañas de la montaña. Cuando iba a nevar mucho, los silbidos para juntar los animales. Dónde estaban las rocas que contenían cobre, y todo eso sin ser estudiado. Me acuerdo que en esa época cazábamos. Y nada se desaprovechaba, en varias expediciones con ingenieros o geólogos lo vi a mi papá hacer sopas de pezuñas de vicuñas. Las tiraba a las brasas directamente y luego les sacaba todo para echarlas a la sopa. O también tiraba al fuego los huesos de los guanacos, y con dos golpes de machete partía el hueso y le sacaba la médula, luego la juntaba y le agregaba tomillo y a eso lo utilizaba para hacer aderezo para condimentar otras carnes”.

El experimentado baqueano actualmente realiza distintos tipos de trabajo en el Ministerio de Minería: está encargado del depósito, es chofer y se encarga de almacenar información, entre otras cosas. Fue él quien armó las estanterías que hoy adornan el quinto piso del Centro Cívico (donde se encuentra ubicado el Ministerio de Minería) con piedras, minerales y elementos que se utilizaban históricamente en la industria minera local.

“Nunca hay que olvidar la historia de la industria minera: los documentos, los libros, y las anécdotas, porque fue gracias a ello que hoy estamos encaminados en el desarrollo”, concluyó Pajarito.