El sistema con el que juega este San Martín, modelo Perrone, necesita siempre de un enganche y en Jorge Luna hace un rato largo que lo encontró. Porque es quien marca el ritmo del juego cuando la pelota pasa la mitad de la cancha y porque su visión para encontrar al compañero mejor ubicado es su gran virtud.

Ayer lo volvió a demostrar en los dos goles de San Martín. El primero para abrir el partido y el segundo para marcar quién entendió mejor el encuentro. Incluso se animó a pegarle al arco y de su pie estuvo muy cerca de llegar el tercero, pero el arquero Perafán se lo impidió.

Ayer, cuando Unión ejercía presión y buscaba ser el primero en gritar un tanto, le puso un freno a las ilusiones del Tatengue. Puso la pelota al piso, le dio un par de caricias, y con sutileza fue imponiéndole su ritmo a cada ataque verdinegro.

A los 37’ , levantó la mirada porque jugar de memoria no le va, frotó su botín y cuando todos imaginaban que San Martín iba a seguir insistiendo por izquierda la cambió de banda y dejó sólo a Bogado, quien pegándole de afuera ya había mostrado su potencial ante Rafaela la temporada pasada y ayer repitió. Golazo, pero la claridad la puso Luna.

El mismo petiso que le ganó el lugar a Poggi con su categoría y que no se quedó con una pincelada nomás. Quiso más y fue por ello, sabiendo que con pelota dominada era difícil que se la sacaran, como pasó en casi todo el partido. Y por eso a los 47’ y cuando se iba el primer tiempo, Luna se avivó en un lateral y con su velocidad para asistir, lo vio sólo a Humberto Osorio, para que el colombiano terminara la jugada con lo que mejor le sale, el gol.

Con eso ya le había causado un dolor de cabeza a Unión que no supo como frenarlo. Y que incluso pudo tener su premio personal ya en el complemento, cuando tras una falta fuera del área de Unión, metió el derechazo esquinado, abajo, muy complicado hasta para buscar ese rincón, pero el arquero local le negó el premio que por ese entonces ya se merecía.

Fue, por detrás de Alderete, otro de los puntos más altos en la primera victoria de San Martín como visitante en el certamen. Andrés se lo ganó por lo que entregó, batalló y el aire que le dio al equipo. No obstante Jorge Luna le dio la claridad en el momento que el equipo lo requirió, en una tarde ideal y con dos asistencias letales.