Miguel Cardozo relata su historia con detalles y precisiones. Cuenta que su vida cambió a partir del terremoto de 1944. Es que la destrucción provocada por la catástrofe lo llevó a tomar valor para construir su familia, armar las casillas de las familias que quedaron en la calle y crear su propio hogar. El hombre tiene 92 años, 6 hijos, 8 nietos y 5 bisnietos. Y recibió un montón de regalos por haber ser elegido ayer el padre de mayor edad de Rawson, en un concurso organizado por los comerciantes del departamento para festejar el Día del Padre.
A pesar de su edad, don Cardozo camina sin inconvenientes y disimula con habilidad sus problemas de vista. Recuerda cada acontecimiento de su vida y sólo le tiembla la voz cuando habla de su esposa, la mujer con la que estuvo casado durante 62 años y que falleció hace 5.
El hombre nació en Angaco Sur, que ahora es parte de San Martín. En su adolescencia trabajó en su ciudad natal para ayudar a su madre. Pero, tras su paso por el Servicio Militar, decidió cambiar su vida y se trasladó a la ciudad de San Juan.
"En 1943 alquilé un departamento en la calle Entre Ríos, que hoy es la Libertador, y puse un negocio", cuenta don Cardozo y sus palabras se cortan cuando aparece en el relato Blanca, su novia y la mujer con la que compartió su vida.
"El 15 de enero de 1944 a las 19:45 estaba en la esquina de Laprida y Entre Ríos lustrándome los zapatos. Estaba con mi novia y unos amigos. De golpe, empezó el terremoto", dice Miguel y mueve los brazos para representar el temblequeo. Fue ese momento el que cambió su vida. Es que la madre de su novia sufrió una fractura y la internaron en Mendoza, por lo que Blanca, que tenía 17 años, tendría que ir a vivir a Buenos Aires con sus tías. Pero don Cardozo no quería perderla. Buscó al padre de la chica, le pidió autorización para casarse y lo logró: el 14 de febrero, Día de los Enamorados, se casaron en una carpa montada en la Plaza de Trinidad.
Para mantener a su esposa, Miguel comenzó a construir casillas para las familias que quedaron sin techo. Y compró un terreno en Villa Krause, donde construyó su propia casa. Allí se mudó con su esposa y su primer hijo.
A lo largo de los años, Miguel trabajó en la Municipalidad de Rawson, tuvo 5 hijos más y construyó su propio negocio en el terreno. Además, se recibió de Técnico en Radio y Televisión. Trabajó en radio y fue locutor de las fiestas de fin de semana que se realizaban en la plaza de Villa Krause.
Hoy, Miguel está feliz, rodeado de su familia y recordando cada día a su esposa. Festejará el Día del Padre con un almuerzo y rodeado por los regalos que entregará la Asociación Comerciantes de Rawson, entre los que habrá un desayuno, ropa, pantuflas, vales de restaurantes y hasta una camiseta de Argentina.
