El rechazo que genera en algunos estratos de la comunidad la explotación de la gran minería metalífera obligó a Barrick a poner diferentes mecanismos en marcha para “hacer escuela” sobre minería. Pero no se quedó ahí y fue más allá, al punto que desde el año 2003 y hasta la fecha, desplegó un abanico de aportes a la comunidad, principalmente a los ciudadanos de Iglesia.

Usó para ello 4 programas que sirvieron de columna vertebral. Por un lado, está el de salud y seguridad, que apuntó a suplir algunas falencias que presentaban las salas de atención del departamento y para ello donó equipamientos -ambulancia, equipo de rayos X y electrocardiógrafo-, además de programas para la prevención de enfermedades tempranas.

En otro orden, el aporte también estuvo dirigido a la educación de la comunidad: en este punto se encargó de suministrar conexión gratuita de internet a través de banda ancha en Jáchal, Villa Mercedes, Rodeo y La Flores. Tal vez el más significativo, fue el impulso para la puesta en marcha de la Tecnicatura en Higiene y Seguridad Laboral en Iglesia, que resultó algo inédito para la provincia.

En lo que al aspecto productivo se refiere, hubo donaciones en estos 7 años que está Veladero de maquinarias e implementos agrícolas para proyectos productivos locales, como así también la creación de un banco de fertilizantes y semillas. También se agrega el secadero de tomates y la capacitación en turismo y la propuesta de un diseño departamental de un calendario de actividades vinculadas a la atracción de visitantes.

Por último, Barrick puso en marcha un programa vinculado al desarrollo de la cultura en la zona. En este sentido se inició un trabajo para la formación de aprendices de artesanos, además de fomentar la recuperación del patrimonio histórico cultural de Iglesia y comunidades cercanas.