�Desde que la NBA cambió su formato en la serie final de 2-3-2 en la distribución de los partidos, el equipo que se impuso en el tercer encuentro cuando la serie se encontraba, casi siempre terminó celebrando. Esto se desprende de un dato estadístico más que contundente pues en 12 de las 13 series que sucedió esto, se coronó finalmente el ganador del tercer cruce. Sólo Miami en el 2011 ganó ese tercer partido para ponerse 2-1 sobre Dallas, pero no supo liquidar la historia y fue el equipo texano el que se coronó merced a un 4-2 final.
De ahí, la importancia del partido disputado anoche y lo bien parado que quedaron los ganadores. La historia, está claro, avala sus ilusiones de coronarse nuevamente como los mejores.