Hijo de un adinerado comerciante, Francisco de Asís (1182-1226) fue un santo italiano, diácono, fundador de la Orden Franciscana. Su generosidad y su jovialidad lo convirtieron en cabecilla de jóvenes pandillas, al punto de que lo bautizaron el “rey de las fiestas”.

San Francisco, que llegó a estar preso por una batalla entre los pueblos de Asís y Perugia, es considerado el primer estigmatizado que presenta la historia y uno de los más famosos. Tenía dotes naturales para la poesía, el canto y la música, los que aprovechó para alabar a Dios. Aunque en su juventud le gustaba vestir con elegancia, terminó convirtiéndose en mendigo, amigo de leprosos y predicador de la paz.

Decretado como el santo patrón del medioambiente, ecología y de los animales, desde siempre tuvo que tolerar frecuentes accesos febriles, hemorragias continuas y una enfermedad de la vista que llegó a dejarlo ciego.