Claudio María Domínguez, eligió al mediático abogado Fernando Burlando para que tramite acciones legales contra todos los programas que lo vinculen con sectas y lo critiquen por su pasado con el Maestro Amor. Domínguez se cansó de los cuestionamientos y tomó una solución poco espiritual, amenazar a los productores de TV con demandas judiciales.