Con el resultado de las elecciones en la mano, el Gobierno comenzó a dar señales sobre que las internas para definir la conducción del PJ nacional y bonaerense serán una excelente oportunidad para una “amnistía general” para los peronistas disidentes. Eso es a futuro. Pero el mensaje comenzó a dar frutos inmediatos y abrió una puerta para el cruce de legisladores en el Congreso que engrosarán las filas K incluso antes del recambio legislativo del 10 de diciembre y pone en mejor posición la votación para el proyecto de Presupuesto 2012 que es clave tanto para la Nación como para San Juan.

Apenas tres días después de la contundente victoria de la presidenta Cristina Fernández, 5 diputados del Peronismo Federal se cruzaron a las filas del Frente para la Victoria en Diputados.
A la renuncia de Felipe Solá al bloque del PJ Federal, que se efectivizó hace un mes tras el resultado de las primarias, se sumaron las de los también bonaerenses Ricardo Moullieron y Raúl Rivara; la de la rionegrina Lorena Rossi; la de la salteña Beatríz Daher, y la de la pampeana Adriana García.

Un golpe de efecto que no sólo suma votos, sino que mete presión al resto del bloque subdivididos en duhaldistas, alineados a los hermanos Rodríguez Saá, los de De Narváez y los de Felipe Solá.
Ahora, el oficialismo que contaba con 113 bancas -87 propios y 26 aliados-, ahora suma 117, apenas a 12 del quórum y podrían ser más.