El Masterplan -como se conoce al proyecto de restauración- abarcó tres jefaturas de la Ciudad de Buenos Aires (Aníbal Ibarra, Jorge Telerman y Mauricio Macri) y dos directores generales del coliseo (Horacio Sanguinetti y Pedro García Caffi, en funciones). Tomó fuerza a partir de la Ley de Autarquía del Teatro y la decisión de que fuera el Ministerio de Desarrollo Humano (antes era el de Cultura) el que supervisará las obras. En ese marco, la institución enfrenta problemas políticos (vale de ejemplo la ausencia en la gala de la Presidenta Kirchner, enfrentada con Macri), administrativos (como los sueldos y la jubilación, que involucra a casi la mitad del Ballet), técnicos (cuestionamientos a las refacciones) y financieros.
