El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, acusó ayer directamente a Néstor Kirchner como ideólogo de un supuesto "ataque ridículo" en su contra, en alusión al procesamiento que le dictó la justicia federal como integrante de una asociación ilícita que pidió escuchas ilegales en la Ciudad.
"Esto es un nuevo ataque ridículo de Néstor Kirchner, nos tiene acostumbrados a esto", arremetió Macri desde Lanús y reclamó una justicia independiente que "meta presos a los delincuentes y a los que llegan al poder y roban la plata a la gente". Esta frase fue interpretada como un reproche al juez federal Norberto Oyarbide, quien meses atrás sobreseyó al matrimonio de Néstor y Cristina Kirchner en la causa por enriquecimiento ilícito.
"Queremos jueces al servicio de todos y no del poder de turno", remarcó Macri que dijo sentirse "indefenso" ante los "ataques" de Kirchner.
Dirigentes del macrismo reiteraron ayer sus críticas al kirchnerismo al considerar que el procesamiento de Macri fue producto de una "operación política" y aseguraron que la candidatura presidencial del jefe de Gobierno porteño "está más firme que nunca" y por eso "lo atacan". Tras la decisión del juez Oyarbide de procesar a Macri como presunto integrante de una asociación ilícita que realizaba escuchas telefónicas, el entorno del jefe del Ejecutivo porteño intentó mostrar fortaleza y renovó sus ataques al ex presidente Néstor Kirchner y el magistrado.
La situación judicial que envuelve a Macri es "una operación política que comanda el señor Néstor Kirchner para apretar a sus opositores", sostuvo el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta. "Era una crónica de un procesamiento anunciado desde el principio", aseveró el funcionario, en coincidencia con su jefe quien el viernes, rodeado de gran parte de su gabinete, advirtió que su "procesamiento ya estaba escrito".
El secretario general del Gobierno porteño, Marcos Peña, afirmó que la candidatura presidencial de Macri "está más fuerte que nunca" y coincidió en que su procesamiento se enmarca en el "modus operandi de Kirchner de perseguir opositores con causas truchas". Tras descartar de plano cualquier cambio de gabinete, Peña sostuvo que "claramente Mauricio Macri representa una de las esperanzas más importantes para el 2011".
Peña resumió la posición del entorno del jefe de la administración porteña: "Es ridícula la acusación, Macri no tiene nada que ver; se va a caer a pedazos esta causa trucha cuando investigue un juez de verdad". En su fallo, Oyarbide dictó la falta de mérito del caso el ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Guillermo Montenegro, pero, además de Macri, procesó al ex ministro de Educación porteño Mariano Narodowski y a los ex jueces de Misiones que autorizaron las escuchas, Horacio Gallardo y José Luis Rey. También amplió el procesamiento del ex jefe de la Policía Metropolitana Jorge "Fino" Palacios, detenido junto a Ciro James, ejecutor del espionaje.
