En un espacio público como bulevares y veredas hay que tener en cuenta que el árbol no sea muy bajo para que no moleste, que no tenga una copa despareja para evitar molestias y mantenimiento, que el ramaje sea resistente y flexible, que no tenga flores ni frutos que afecten el tránsito y que tengan raíces profundas para que no dañen veredas ni caños subterráneos. Todas esas cualidades las tiene el braquiquito, por eso es el nuevo preferido.