Todo empezó por un eucalipto centenario y de gran porte que, cada vez que corría viento fuerte, amenazaba con caer sobre la Escuela Capital Federal. Estaba totalmente seco y todos los vecinos decían que había que erradicarlo de inmediato para evitar una tragedia. Fue cuando Mario Silva, junto a su esposa Mabel Rodríguez, decidió vender plastafrola para juntar los 50 pesos que salía el permiso ante Ambiente, para sacarlo.
Ante el éxito de esta iniciativa, el matrimonio continuó elaborando y vendiendo pastafrola para seguir con la reforestación en Villa del Carril, en Capital. Ya lograron erradicar y reponer 12 árboles secos.
Esto sucedió porque según la Ley provincial 5339 de arbolado público, el vecino es el responsable de los árboles que se encuentren frente a su domicilio y por eso, debe hacerse cargo del costo de la erradicación, previa autorización.
A Mario no le importó dejar de trabajar un par de horas en su empresa de limpieza y desinfección, para hacer fila, tanto en la Secretaría de Ambiente de la provincia como del municipio de la Capital, para conseguir los permisos pertinentes para erradicar los árboles secos. Mientras tanto, su esposa recorría el vecindario para vender pastafrola y así reunir fondos suficientes para costear esa tarea. ‘Realmente nos daba mucha tristeza y angustia ver tantos árboles secos, que representaban un peligro. Por eso decidimos involucrarnos para dar una solución. Por suerte hemos logrado que los vecinos se sumen a este proyecto, por los menos dando su autorización para sacar el árbol seco del frente de su casa y comprando nuestras pastafrolas para colaborar‘, contó Mario Silva.
Según dijo este vecino de Villa del Carril, él mismo se encarga de tramitar el permiso de erradicación de un árbol en la Secretaría de Medio Ambiente, y de conseguir que el municipio se haga cargo de sacarlo y de entregar una especie nueva para su reemplazo. Aunque su tarea no termina ahí. Silva también se encarga de cavar el pozo y plantar cada nuevo ejemplar.
Hasta el momento llevan erradicados 12 árboles secos (plátanos y paraísos) en la Villa del Carril. Especies que fueron reemplazadas por lapachos, catalpas y palos borrachos.
Mario Silva contó que aún quedan 20 árboles secos por sacar, y que ya cuentan con el permiso de Ambiente para proceder con la tarea. Dijo que sólo falta completar los 600 pesos que costará la misma (30 pesos cuesta el permiso para erradicar cada árbol), suma que tratará de cubrir vendiendo pastafrolas.
