El histrionismo es su marca registrada y los viajes como aventurero fueron el motor de toda su vida. Se jubiló como médico clínico, sin embargo nunca perdió su forma descontracturada de hablar y su buen humor al recordar sus anécdotas. Así, sencillo, sin grandes fortunas y con una memoria llena de buenos recuerdos, es Guillermo Flores, el médico que viajó por el mundo desde los 16 años y que ahora dejó plasmada su vida en un libro. Sus memorias serán presentadas públicamente el 9 de mayo en el Museo de la Memoria Urbana.
Siempre viajó solo, por eso quiso que su historia pudiera ser conocida por todos y contada desde su memoria. “No soy escritor profesional. Lo único que tuve que hacer fue sentarme a recordar lo que viví en cada viaje que hice. Quise escribir un libro porque el día que me muera nadie va a entender por qué tengo tantas fotos en África, por ejemplo. Mis motos y yo somos los únicos que sabemos lo que vivimos en cada aventura y eso quise contarlo”, dijo el hombre que conserva su puma 98cc intacta. Con esta moto, llegó a la Guayana Francesa en 1983 y fue noticia en DIARIO DE CUYO.
Guillermo comenzó a viajar cuando tenía 16 años, a Chile. Hizo dedo, juntó monedas para viajar en colectivo y a los 18 conoció Bolivia y desde ahí no paró más. En el año 69’ recorrió Latinoamérica a dedo llevando solamente 100 pesos. Y en esa misma década le dijo a un amigo que iba a viajar a Paraguay a tomar un helado. “No importaba el motivo, todo era válido para viajar. Nunca hice nada programado, todos mis viajes fueron oportunidades que no quise desperdiciar”, dijo el médico que en 1999 ocupó páginas de este medio porque cobraba $1 por las consultas. Y no solamente en San Juan se volvió alguien reconocido, sino que de antemano tenía en su poder recortes de diarios de Brasil, México, Perú, Costa Rica y Nicaragua, entre otros países. Esto es parte de su gran tesoro. “A cada lugar que fui me hicieron entrevistas y eso me servía para juntar dinero para seguir. Es que después de que la gente me conocía, me ayudaban a seguir mi raid”, dijo el hombre que siempre fue noticia por sus viajes en moto.
Incluso, llegó a las portadas de policiales, porque fue detenido como sospechoso de ser un espía de las guerrillas latinoamericanas. Todos estos recortes y la historia de sus viajes están plasmados en su libro “Km 23”.
Tienen una vida de película y a pesar de que no tiene ni esposa ni hijos, dijo que no tiene cuentas pendientes. “Siempre hice lo que quise y de la manera que consideré mejor. Viajé por la selva en moto, y por caminos en los que si me pasaba algo seguro me moría. Sin embargo sobreviví y lo quise contar en un libro. Viajaba 12 horas diarias a 30 kilómetros por hora. Que es lo que el combustible de la moto y del bidón que llevaba me permitía”, dijo, y contó que también tuvo sus aventuras en barco, velero, avión y en auto.
A pesar de los viajes, siempre quiso ser médico. Y aunque mucho tiempo lo usaba recorriendo kilómetros, logró obtener su título a los 39 años. “Un amigo me dijo: ya hiciste muchas hazañas, ¿por qué no te recibís? Y en 3 años rendí más de 20 materias que me faltaban”, contó y dijo que ahí sus viajes de placer se complementaron con la salud. Trabajó en un hospital de Guinea, en África, pero no era lo que quería, le gustaba estar fuera del sistema. También fue médico voluntario en Centroamérica, luego del devastador huracán Mitch. Esta parte de la historia, también forman parte del libro que será presentado a las 16. Junto a Guillermo estarán sus motos y las fotos que son sus fieles compañeras de vida.
