Luego de una gestión de cuatro años, el próximo 24 de octubre los productores de melón de Sarmiento van a obtener la Indicación de Origen (IG) del producto, una calificación que otorga el Ministerio de Agricultura de la Nación para posicionar, certificar calidad y proteger legalmente ciertos alimentos que se producen en determinadas zonas geográficas. Ese día, con la presencia de representantes de productores y técnicos de las instituciones que los apoyaron -Procal, Inta, Aer,Prodear, Prosap y Ministerio de Producción- se reunirá la Comisión Nacional Asesora de Indicaciones Geográficas y Denominaciones de Origen, en el microcine del Ministerio de Agricultura de la Nación, para dictar la solicitud para el registro definitivo de la IG. Así el reconocido melón sanjuanino será el primero en la provincia y el quinto en el país con este sello, detrás del chivito del norte neuquino, el salame de Tandil, el salame de Colonia Caroya y el cordero patagónico. ‘’Además será la primera certificación de un producto vegetal fresco’’, dijo Elena Schiavone, asesora del Prosap, uno de los entes que intervino para lograr el posicionamiento. La Denominación y la Indicación de Origen son calificaciones para proteger un producto contra productores de otras áreas o provincias que quisieran aprovechar el buen nombre creado por los originales, en un largo tiempo de fabricación o cultivo, para vender sus productos. ‘’El melón de Sarmiento goza de gran reputación nacional, como un fruto de mucha dulzura y calidad, y esa fama muchas veces en invocada falsamente para vender melones de San Luis, La Rioja, Salta y Mendoza’’, explicó Schiavone. A partir de contar con el sello de origen se obtendrán varios beneficios, no solo posicionar el producto, sino también que se contará con un respaldo científico y administrativo de esa reputación, que permite además que el productor obtenga una diferencia de precio en la comercialización. Tanto la Indicación como la Denominación de Origen tienen la misma categoría pero la primera es más flexible porque solo requiere que se apruebe la calidad derivada del origen, mientras que en la Denominación todas las etapas de producción y manipulación deben estar en la zona y en el caso del melón las semillas vienen de afuera de la provincia.

Características

Sarmiento cuenta actualmente con unas 400 hectáreas de melón que es cultivado en parcelas de 1 a 4 hectáreas por unos 150 productores familiares, que vienen heredando de una generación a otra desde hace 100 años tanto las técnicas de cultivo como la sapiencia del momento justo para cosecharlo. El 60 por ciento de los productores está agrupado en asociaciones o cooperativas y casi todos arriendan las tierras para realizar el cultivo. Toda la cosecha actualmente se comercializa en el mercado nacional, aunque hubo una época (fines de los ‘80 a principios de los ‘90) en que también se exportó. Los melones sarmientinos son blancos, del tipo rocío de miel, con cáscara color crema, pulpa amarillo verdosa, grandes (2 a 3 kilos de peso en su mayoría) jugosos, dulces, crujientes, con aroma y sabor incomparables.