La venta ilegal de órganos humanos para trasplantes se conocía por versiones, muchas veces inconsistentes, en diferentes partes del mundo pero ahora es un problema dramático y global, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en base a denuncias confirmadas e informes periodísticas.

En el mundo se donan y manejan anualmente alrededor de 100.000 órganos, tanto por vías legales a través de instituciones médicas como Incucai en Argentina y las áreas provinciales específicas, caso de Inaisa en San Juan, pero también por vías ilegales. De acuerdo a un reciente informe del organismo de las Naciones Unidas, entre el 5 y el 10 por ciento de todos los riñones que se donan en el mundo terminan en manos de traficantes que se aprovechan de situaciones de extrema pobreza.

Esta venta ilegal se centra particularmente en países pobres, mientras los clientes que recibirán el trasplante generalmente son de países ricos. En la infame transacción el donante suele recibir una parte mínima de los precios convenidos con el destinatario y la mayoría de las veces se realiza a través de intermediarios que visitan zonas de extrema pobreza en busca de posibles donantes. Estos indigentes no entienden las condiciones y firman autorizaciones que generalmente son en otros idiomas y en muchos casos ni siquiera saben leer. Para citar un ejemplo, la OMS dice que un riñón en el mercado negro llega a costar unos 300.000 dólares y casi todo queda en manos del traficante.

El mayor tráfico de órganos se concentraba en países como Filipinas, India, China y Brasil, pero ahora se amplió al resto del mundo por el aumento de la pobreza en Occidente, sostiene un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la lucha contra las Drogas y la Criminalidad. La crisis financiera y económica de los últimos años ha llevado al aumento de este tráfico tanto en Estados Unidos como en Europa.

Dos tercios del total de los trasplantes mundiales son riñones, le siguen hígados, corazones y pulmones, y se estima que unos 20.000 riñones se negocian en el mercado negro, según una investigación de la organización "Organ Watch” que colabora en esta investigación a nivel mundial. Para la ONU es un problema dramático y por ello lanzó el estado de alerta esta semana. Aunque parezca una cuestión menor, las cifras del tráfico ilegal de órganos son denuncias de 2011, por lo que sería sólo de la punta del iceberg.