El departamento Calingasta no está en el podio de los distritos con mayor desarrollo ganadero de la provincia, pero igual debió hace dos años buscar recursos en el Ministerio de Agricultura de la Nación -recibió 2.185.000 pesos través del Programa de Apoyo a las Economías Regionales- para refuncionalizar y dotar de equipamiento al por entonces vetusto matadero (se emplaza en Barreal), porque de otra manera esta actividad corría serio riesgo de desaparecer, confiaron las autoridades municipales. Ahora y tras casi un año de obras, en el municipio aspiran a inaugurarlo en unos 20 días, lo que les permitirá hasta triplicar la faena: pretenden pasar de 9 a 30 cabezas por semana. Además, el nuevo edificio permitirá despostar cabras y cerdos, algo que antes no se podía hacer.

De esta manera, el desolladero calingastino se suma al también remodelado edificio de faena de San José de Jáchal, que pretenden tenerlo listo en octubre próximo; y el arribo a la provincia de un matadero móvil para pequeños productores (ver recuadro). En este sentido, el único punto débil es el por ahora postergado matadero provincial.

Este departamento cordillerano cuenta actualmente con unas 1.300 cabezas de ganado bovino y 600 de caprino, según dijo el director de Asuntos Agropecuarios de Calingasta, Horacio Rubilar. En la actualidad la ganadería calingastina está en manos de un grupo de 40 productores, agrupados en la Cooperativa Ganaderos del Sur; y casi todo lo que allí se faena va a parar a las carnicerías locales. Pero lejos está Calingasta de los 17.000 vacunos de Valle Fértil, los 7.000 de Jáchal o los 4.000 de Sarmiento; y su potencial se acerca más al de Iglesia, que dispone de unos 1.100 animales.

‘’Nosotros teníamos claro que si no arreglábamos el matadero era imposible incentivar a este segmento de la producción. Tenemos buenas pasturas, ahora vamos a disponer de un edificio de faena remodelado y que va a estar a la altura de las exigencias sanitarias, lo que nos falta es mejorar la calidad de nuestro ganado con la introducción de mejor genética’’, apuntó Rubilar.

Todas las obras:

La remodelación del matadero -ubicado en calle La Paz, a 400 metros de El Molino, bordeando el Río Los Patos- es integral y contempló la construcción de varias áreas anexas. Es que además de las obras para la instalación de las tres cámaras frigoríficas, se hicieron nuevos sanitarios, corrales y mangas para el traslado del ganado. También se diferenciaron las zonas de cueros, depósitos y espacio de carga de tripas y de carnes, locaciones que antes no existían. En lo administrativo, se hizo una oficina de control y la cocina.

‘’Realmente las condiciones de la faena eran muy deficientes, resultaba imperioso ponerlo en condiciones o la ganadería en el departamento iba a terminar desapareciendo. Ahora estamos hablando de un lugar moderno e higiénico, con paredes y piso impermeables. Pero lo más importante es que cuenta con una planta de tratamiento de todos los efluentes’’, agregó el funcionario. En este tiempo en que se realizaron las obras de remodelación, el matadero siguió faenando pero lo hizo en condiciones muy precarias -Rubilar contó que tenía una ‘’habilitación provisoria- y apenas 3 o 4 animales por semana.