"Fue un milagro poder jugar de nuevo al vóley, ya no aguantaba más", confesó Bruno Cervera (15 años), el juvenil que el año pasado conmocionó al ambiente al sufrir un gravísimo accidente tras caer al vacío desde doce metros de altura en un hotel en Chubut, mientras representaba a San Juan en un campeonato argentino. El chico rozó la tragedia, pero tras una asombrosa recuperación no sólo burló a la muerte, sino que volvió a jugar con el club de sus amores: Obras Sanitarias.

Retornó a las prácticas en febrero de este año y tuvo apariciones esporádicas en dos juegos posteriores (ante Banco Hispano y frente a Ullum), en los que fue suplente. Pero en el choque de la tercera fecha ante UPCN jugó su mejor partido y mostrando el nivel que lo llevó a ser parte de la selección local.

"No podía estar así, quería jugar como sea" dijo el punta quien además contó sobre las secuelas que le dejó el accidente "por lo que me pasó, he perdido el olfato, los médicos me han dicho que es sólo cuestión de suerte si lo recupero y también tengo problemas con la planta del pie izquierdo que no la siento. Pero con kinesiología lo voy mejorando de a poco". A pesar de todo esto, el joven que cursa noveno año del Colegio Parroquial de Santa Lucía sigue luchando por seguir en el deporte que tanto ama.

Sin tapetes y haciendo autocrítica de lo que sucedió ese 9 de septiembre del año pasado, Bruno contó que "habíamos salido a fumar un cigarrillo a escondidas con un compañero, a un balcón, cuando alguien cerró el lugar por donde entramos. Yo quise volver a entrar por una ventana, pero me corrieron, me puse nervioso y empecé a caminar para encontrar algún lugar para ingresar, cuando algo cedió y me caí. Después no me acuerdo nada más. Cervera fue trasladado al hospital Zonal Pedro Tardivo donde llegó con fractura de cráneo con edema cerebral, fractura en un hueso de la base del oído, fractura de clavícula y de tres costillas. Ahí estuvo por varios días internado con respiración mecánica asistida.

La última operación que le realizaron a Bruno fue en diciembre pasado, donde le reconstruyeron parte del oído y dentro de tres meses tendrá que volver al quirófano para una intervención más en el mismo sector.

Nueve meses pasaron desde aquel olvidable día y todavía hoy, Bruno, sabe que tuvo mucha suerte de poder contar la historia.

"Me perdí varias cosas por lo que me pasó, yo creo que tranquilamente podría haber estado presente en el Sudamericano que se jugó en Venezuela con la selección (Argentina terminó en el primer lugar) pero tengo en claro que la culpa es mía, fui un bolu…"

Una travesura de adolescente que pudo terminar en tragedia. Un milagro de la vida, le da la chance de volver a jugar a lo que tanto lo apasiona, el vóleibol.