Francia y Sudáfrica se despidieron del Mundial en un partido que ganó el conjunto anfitrión por 2-1 y que estuvo marcado por el discreto nivel de juego de ambos equipos y por la inferioridad numérica en la que jugó Francia tras la rigurosa expulsión de Gourcouff a los 26 minutos de juego.
Cuando Sudáfrica cobró ventaja por 2-0 y México ya había recibido su gol contra Uruguay, la hinchada de los "bafana, bafana" soñó con la gesta, pero el tanto francés, marcado a mitad del segundo periodo, las desvaneció y el partido llegó a su conclusión con mucha menos intensidad.
El líder sudafricano Nelson Mandela, "Madiba" para sus seguidores, no hizo la magia que le han pedido en los últimos días miles de ciudadanos del país y los "bafana, bafana" se han convertido en la primera Selección anfitriona de la historia del Mundial que queda eliminada en la primera fase.
En los últimos días, hasta las portadas de los periódicos pedían a Mandela que devolviera al país la magia que le permitió alcanzar el campeonato del Mundo de rugby en el torneo que se disputó en Sudáfrica en 1995, en el que se impuso en la final a la todopoderosa selección de Nueva Zelanda.
Las posibilidades de que se diera el milagro se presentaban ahora mucho más complicadas. Ni la edad de Mandela, que ahora tiene 91 años, ni las necesidades del país son las mismas que hace quince años.
Entonces, Sudáfrica quería dar un paso adelante en su propia autoestima, ya que se había convertido en un país democrático apenas un año antes tras décadas de "apartheid".
La diferencia principal, sin embargo, es deportiva. En aquella ocasión, la Selección de rugby, los "springboks", era casi tan poderosa como la de Nueva Zelanda, mientras que ahora los "bafana, bafana" ocupan el puesto 83 en la clasificación mundial de la FIFA y su fútbol no tiene una liga altamente competitiva.
Tampoco sirvió en este caso la brujería. Un tradicional "sangoma" (brujo) de Ciudad del Cabo, llamado Simphiwe "Zanendaba" Siyaka, había pronosticado pocos días antes del Mundial que Sudáfrica llegará al menos a cuartos de final e incluso a las semifinales.
"Yo no hago predicciones que no se hagan realidad", aseguró Siyaka, cuando el seleccionador de los "bafana, bafana", el brasileño Carlos Alberto Parreira, anunció la lista de los veintitrés seleccionados para el Mundial.
El seleccionado francés se enfrenta a tiempos muy duros luego de la eliminación en primera fase luego de haber sido finalista en la edición anterior. Los escándalos comenzaron luego de la derrota ante México. La Federación Francesa expulsó al delantero Nicolas Anelka porque insultó al técnico Raymond Domenech (quien ya sabía que no seguiría al frente del equipo tras el Mundial porque estaba designado su sucesor) y se filtró a la prensa. El plantel decidió no entrenar al día siguiente y el capitán Evra, que ayer no jugó, dijo que buscarán al "traidor" que filtró la información.
La imagen del seleccionador francés rechazando darle la mano a su colega de Sudáfrica, el brasileño Carlos Alberto Parreira, al término del encuentro que enfrentó a ambos equipos al parecer por las declaraciones críticas con el combinado galo que hizo el técnico brasileño fue la síntesis de la bronca francesa y la resignación sudafricana.
Según explicó Parreira, Domenech le reprochó unas críticas que había hecho tras la clasificación de Francia para el Mundial de Sudáfrica, lograda en el repechaje contra Irlanda y gracias a una mano de Thierry Henry. Si Francia clasificó con polémica, su actuación en el Mundial desatará una tormenta en el país.
