Es así: de vida o muerte. Para Sportivo Desamparados hoy empezará un derrotero a pura presión cuando visite a Cipolletti de Río Negro en el comienzo de la segunda rueda de la Zona A de la Fase Final del Argentino A. Será a toda presión porque solamente una victoria le dará aire, esperanzas y vida como para volver a ilusionarse en clasificar a esa gran final que tanto añoran en Puyuta. Para Sportivo, el único resultado es ganar y condicionado por esa necesidad, hoy se jugará el año en la primera parte de tres capítulos llamado "El milagro".
La derrota de entresemana ante Cipolletti desmoronó todo en Sportivo pero además desnudó profundas diferencias entre dirigentes y cuerpo técnico que hoy pueden terminar en la salida de Magistretti del cargo al que llegó a fines de enero. Ese es otro rival extra con el que tendrá que luchar el conjunto sanjuanino por si algo más le faltara a su tormentoso presente.
Para seguir con chances de clasificar, sólo le servirá ganar hoy, volver a ganar el próximo fin de semana y luego, meter el tercer triunfo consecutivo en San Juan. Así, dependerá de sí mismo.
En lo futbolístico, este Sportivo de hoy no tendrá misterios porque al parecer la propuesta del técnico será la misma y con los mismos nombres. El gran interrogante pasa por la respuesta anímica de un grupo que sintió el impacto de no poder ganar en casa en dos partidos que eran claves. Un desafío a su entereza que antes del viaje varios referentes aceptaron gustosos como para demostrar que pueden.
En los nombres, el entrenador Mauricio Magistretti optará por mantener al pibe Gustavo Pereyra como el referente de área, rodeándolo con mucha gente de buen pie. En el trámite, todo Sportivo espera que Cipolletti salga, se abra y deje esos espacios que pueden ser decisivos para encontrar el camino del triunfo.
Del lado de los rionegrinos, la gran baja por acumulación de amarillas será el segundo central Pablo Costi. Con esa ausencia, el técnico Perilli se inclinará por retrasar a López Carrillo al fondo y colocar como volante central a Julio Ibáñez, permitiendo el ingreso de Domingo Porra para manejar los tiempos del equipo.
