A favor

Erica Muñoz, licenciada en Ciencias de la Educación. “Está bien, porque si los docentes aprovechamos el interés de los alumnos por el mundial podríamos tomar algo de ese contexto para trabajarlo en la escuela. Más, teniendo en cuenta que en horario de clase los alumnos van a estar distraídos pensando en el mundial, o directamente van a faltar. La escuela no debe desconocer lo que sucede en el contexto social. Como siempre se ha criticado que la escuela suele estar metida en si misma, sin observar los intereses de los alumnos, puede ser favorable tomar algo que les interese a los estudiantes y elaborar un proyecto pedagógico. El mundial se podría usar como contenido transversal, como algo que ayude a motivarlos a que aprendan historia y geografía. Algunos docentes están muy enfocados en el contenido en sí y no reflexionan sobre como aprovechar el interés de los alumnos por el mundial para despertar el interés en los contenidos habituales”.

En contra

Liliana Flores de Cortez, profesora de Ciencias de la Educación. Los docentes debemos cumplir contenidos curriculares. Los chicos como que se transforman cuando ven los partidos. No van a rescatar la utilidad pedagógica que se podría aplicar a áreas como geografía. Se debería haber hecho un estudio previo, investigando el contexto social de Sudáfrica para que, llegado el mundial, se pueda transferir esos contenidos. El problema es que estos contenidos no están ensamblados dentro de la curricula. Va a ser difícil adecuarlos a los programas vigentes. En un programa de historia de primer año, por ejemplo, no está Sudáfrica. Entonces, el profesor tiene que modificar todo su programa para dar Sudáfrica y dejar de lado los contenidos que son necesarios para el año siguiente. Eso va a ocasionar un desfasaje. En cambio hay otros espacios curriculares (Geografía Mundial, por ejemplo) en algunos años en los que si se pueden aplicar estos contenidos.