El mundo entero mostró un gesto concreto en pos de revertir el cambio climático y darle un respiro al planeta al apagar ayer sus luces durante una hora.

La "Hora del Planeta" llegó a Europa y dejó la plaza Trafalgar Square en Londres, la Torre Eiffel en París, el Atomium en Bruselas, la cúpula de San Pedro en Roma, o la Plaza de Cibeles en Madrid totalmente en penumbra desde las 20:30 a las 21:30 hora local.

Con este apagón Europa se unió a la iniciativa de salvar al planeta Tierra del cambio climático, y participó en la experiencia de una hora sin luz con otras 4 mil ciudades en 88 países en las 25 zonas horarias.

La campaña fue organizada por la ONG ecologista Fondo Mundial de la Naturaleza (World Wildlife Fund-WWF) y auspiciada por la ONU y consistió en que durante una hora todos los edificios simbólicos europeos quedaran a oscuras en los 27 países de la Unión Europea, siguiendo el ejemplo de las islas Chatham, de Nueva Zelanda que fueron las primeras en apagarse a las 20:30 hora local.

La cúpula de San Pedro en el Vaticano se apagó al mismo tiempo que el Coliseo en Roma, el puente de Rialto en Venecia, la Torre de Pisa, la Arena de Verona, el Palacio Real de Caserta, el Valle de los Templos de Agrigento en Sicilia y el Maschio Angioino en Nápoles.

También, más de cien ciudades españolas se sumarán a "La Hora del Planeta" y en ese tiempo quedaran sin luz la mezquita de Córdoba, la Alhambra de Granada, la Sagrada Familia de Barcelona o la Cibeles en Madrid. Las murallas de Avila, la catedral de León o Santiago de Compostela, la plaza mayor de Salamanca, o el circo romano de Tarragona, serán otros tantos monumentos apagados.

A su turno, la "Hora del Planeta" llegó al continente americano, desde el Obelisco de Buenos Aires, al palacio presidencial de Lima, la Casa Blanca en Washington, el Times Square en Nueva York, o el puente Golden Gate en San Francisco y también en Oriente Medio, cuna de las Pirámides de Egipto.

Solamente Japón y Arabia Saudi eran los únicos países del grupo del G20 que no respaldaron oficialmente el apagón y en sus ciudades se limitaron a apagar las luces los ciudadanos.

Este esfuerzo global pretende presionar a los líderes mundiales que acudirán a la Conferencia sobre Cambio Climático de Copenhague, durante el próximo mes de diciembre, para que logren pactar una reducción "decidida" de la emisión de gases de efecto invernadero.