Así como la semana pasada analizamos la problemática de la reducción de la seguridad alimentaria, diezmada por la escalada inflacionaria y la recesión, hoy paradójicamente, proponemos el análisis del promisorio futuro para nuestro país en el comercio internacional de alimentos.

Argentina hoy se ve impedida de competir, pero el futuro nos espera en un mundo donde China e India desplazarán a EEUU e Inglaterra del liderazgo político y junto a Rusia, hoy ya lo está haciendo, serán los grandes compradores de alimentos con valor agregado y debemos prepararnos para esta realidad.

Al respecto consultamos al licenciado en economía Pablo Conegliano quien comenzó sustentando su opinión: ‘según informes de la OCDE y la FAO las proyecciones de la Producción Agrícola necesaria para el 2050 no son muy optimistas para el mundo’.

‘Tomando como base las mediciones de la producción agrícola mundial actual y las estimaciones del crecimiento poblacional en el mundo para el año 2050 se generaría una brecha de un 60% entre ambas la cual deberá ser cubierta. Se estima que habrán 9.2 billones de personas en el mundo para el año mencionado’, afirmó el economista.

Indicó que ‘la alimentación es una de las necesidades más básicas y primarias de los seres humanos. Sin la satisfacción de está, las personas no pueden vivir. Por esto una de las principales preocupaciones de la FAO y la OCDE será buscar los oferentes (productores) que puedan satisfacer este exceso de demanda, por una población mundial en continuo crecimiento’.

‘Teniendo en cuenta que las tierras cultivables, en el mundo presentaría un escenario, donde las tierras disponibles en los países desarrollados serán cada vez menores debido a causas como la urbanización, contaminación y desarrollo industrial. Es decir, las grandes metrópolis y ciudades poco a poco comenzarían a invadir territorios que se destinaban a cultivos’ afirmó el economista.

Para Conegliano, ‘la clave y la solución a esta incertidumbre radicara en los países en vías de desarrollo, los cuales como muestran la gráfica podrán sostener sus tierras productivas’.

‘El caso de África por el momento sigue siendo una incógnita. Su capacidad productiva ha aumentado de forma interesante en el último tiempo pero su inestabilidad económica, política y judicial; con la presencia de regímenes militares y políticos muy fuertes no permiten por el momento contar con el país africano como un socio comercial serio’.

‘Todas estas razones presentan una oportunidad comercial futura para América Latina realmente fuerte. Esta región sería la única que contaría tanto con las tierras como con la capacidad productiva para aprovechar esta situación y ser los oferentes que el mundo entero necesitaría’, indicó finalmente.