El más joven de los jueces federales porteños tendrá ahora en sus manos la decisión de resolver si avanza en la causa contra el vicepresidente Amado Boudou, la misma que provocó la recusación de Daniel Rafecas y la salida del Gobierno del ex Procurador General Esteban Righi.
Ahora, Ariel Lijo concentrará varias aristas judiciales del caso que salpica a Boudou: el expediente principal más la denuncia que radicó el propio vicepresidente contra Righi y el titular de la Bolsa de Comercio Adelmo Gabbi, y también la que se promovió en contra del ex ministro de Economía para esclarecer si se enriqueció ilícitamente.
No es la primera vez que le toca llevar un expediente judicial engorroso, ya que instruyó y elevó a juicio oral el caso del encubrimiento en la causa AMIA, mientras intenta sancionar penalmente a los responsables de las coimas que la propia empresa alemana Siemens reconoció haber pagado en la Argentina para obtener una licitación para confeccionar DNI.
Nació el 19 de octubre de 1968, a los 22 años ya trabajaba en la Defensoría oficial y llegó a los tribunales de Comodoro Py 2002 como prosecretario de la Sala I de la Cámara Federal. En 2004 se convirtió en juez federal tras pasar el primer concurso del Consejo de la Magistratura para renovar los tribunales que tramitan causas de corrupción.
Lijo, padre de dos hijos y hoy casado en segundas nupcias, encabeza el Juzgado Federal 4 de la Capital Federal, el mismo que había estado en manos de su todavía cuñado, Gabriel Cavallo, el primero que declaró inconstitucionales las leyes de ‘obediencia debida‘ y ‘punto final‘. Y justamente con la reapertura de los juicios por crímenes de lesa humanidad, Lijo avanzó en la condena a los responsables de Batallón 601 -entre los que estaba el jerarca militar Cristino Nicolaides- por los secuestros y homicidios concretados cuando un grupo de militantes montoneros regresó al país en 1980.
Además, Lijo avanzó por el encubrimiento del atentado a la AMIA y envió a juicio oral al ex presidente Carlos Menem, el jefe de la SIDE Hugo Anzorreguy y al ex juez Juan José Galeano, entre otros. También tramita en su juzgado la investigación por las coimas pagadas por Siemens en donde fueron llamados a indagatoria Menem, su ex ministro del Interior Carlos Corach y el ex director de Migraciones Hugo Franco, además de 22 empresarios. En 2006 Lijo también procesó a Alberto Kohan, ex secretario general de la Presidencia de Menem, por presunto enriquecimiento ilícito. En su despacho también se instruye la causa al ecuatoriano Jaime Durán Barba, asesor de Mauricio Macri, acusado de una ‘campaña sucia‘ contra el senador Daniel Filmus. Asimismo, recientemente archivó la causa que investigaba los incidentes ocurridos en una reunión de directorio de Papel Prensa del 14 de julio de 2010, donde participó el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Pero de ese episodio se desprendió una investigación para saber si el titular de la Sigen (Sindicatura General de la Nación) y aspirante a la Procuración General, Daniel Reposo, intentó sobornar a un mozo para cambiar su declaración en la causa por esas agresiones, aunque esa investigación está en manos de Rafecas. Fuente: DyN.
