Ella, de vestido blanco con toques negros y beige, hermosa. El, de traje negro y corbata amarilla, impecable. Son Carla Morel y Fabián Armoa, ex jugadora profesional de voley y técnico del equipo campeón de la Liga Argentina, UPCN Voley. Se casaron ayer sobre las 11, justo el 11 del 11 del 11, un día que plagó de supersticiones al mundo entero, pero que para ellos fue especial. Lo curioso del flamante matrimonio es que puso la fecha sin darse cuenta, aunque atando cabos finalmente no pareció tan al azar, especialmente del lado de la novia.

Sucede que Carla, campeona argentina, en Italia y ex integrante de la Selección nacional, siempre utilizó la camiseta número 11.

Además, nació un 11 de abril, mientras que sus hermanas gemelas lo hicieron también un 11, pero de febrero. ‘La verdad que lo del 11 se fue dando sin buscarlo. Incluso la fecha del casamiento salió por una cuestión del calendario de la Liga Argentina. No me puedo quejar con este número y menos ahora que el 11 del 11 del 11 pasó a ser una fecha muy especial’, contó Carla, rodeada de amigos y de algunos jugadores e integrantes del cuerpo técnico de UPCN, que le había ganado la noche anterior al equipo de Marcelo Tinelli. ‘A Bolívar le ganamos el 11, porque el partido terminó después de la medianoche’, bromeó la rubia.

‘Con Carla vivimos juntos desde hace muchos años y hace tres semanas decidimos casarnos. Vinimos al Registro Civil a pedir un turno y nos ofrecieron el viernes 4, el 11 y el 18. Pero el 4 y el 18 era imposible por los compromisos con el club, entonces elegimos el 11. Cuando la señora del Registro empezó a anotar la fecha en el cuaderno caímos todos en que era 11/11/11. Fue de casualidad’, contó Armoa.

El casamiento en el Registro Civil de calle Santa Fe antes de Mendoza no pasó por alto para la transeúntes y para los medios, que coparon el pequeño recinto. Además de ser una pareja de reconocidos deportistas, justo se casaban el día que algunos veían como el fin del mundo y otros como una apertura a recibir energías positivas. Para colmo la ceremonia empezó pasadas las 10,30 y a las 11 recibieron la lluvia de arroz al salir a la vereda.

El 11 los une, aunque ambos insistan en la casualidad. Tan así, que la suma de las letras de Carla y de Fabián da, como no podía ser de otra manera, su número mágico.