Investigaciones realizadas a mediados de los años "80 por Chris Paterson, docente de psicopatología en Virginia, Estados Unidos, revelaron que las personas pesimistas habían contraído el doble de infecciones que los optimistas. Otros estudios que tuvieron como punto de referencia el cáncer de mama, mostraron que las mujeres que no presentaron recidivas (reaparición de una enfermedad ya curada), eran las que afrontaron la enfermedad con "espíritu luchador".

En cambio, las que respondieron al diagnóstico inicial con un espíritu de resignación y desamparo, experimentaron reiteraciones del cáncer después de ser operadas, o bien murieron. Un estudio posterior con aquellas mujeres que tuvieron una segunda aparición de cáncer de mama, puso en evidencia que presentaron mayor sobrevida las que disfrutaban plenamente de la vida, que tenían alegría de vivir y mostraron ser personas de comportamiento optimista.

Un equipo de investigadores australianos realizó, hacia los comienzos de los años "80 un estudio en 26 hombres cuyas esposas habían fallecido poco tiempo antes, a raíz de graves heridas o por enfermedad. Encontraron que el sistema inmunológico se deprimía durante los primeros días. Vemos, entonces, que la depresión y la aflicción disminuyen la actividad inmunológica en forma temporaria; por lo que el pesimismo que es una condición con mayor permanencia que las anteriores, tendría que reducir, tarde o temprano, la actividad inmunológica.

Precisamente, las personas pesimistas son las que con mayor facilidad y frecuencia, se deprimen. Esto significaría que, en general, los pesimistas cuentan con una menor actividad inmunológica, o sea, con menor capacidad de autodefensa.

El conjunto de estas evidencias deja en claro que el estado psíquico de la persona es capaz de modificar por sí mismo, la respuesta inmunológica. De modo que si un determinado nivel de pesimismo puede llegar a debilitar el sistema inmunológico, perece existir, entonces, la posibilidad de que el pesimismo puede dañar la salud física, a lo largo de toda la vida.