El año pasado en San Juan se produjeron 1.255.140 onzas de oro, según la información oficial de los dos proyectos activos en el 2010, que son Veladero en Iglesia y Gualcamayo en Jáchal. Teniendo en cuenta un promedio de valor de onza troy de 1.800 dólares, menos los costos de producción -un promedio de 400 dólares por onza- esa producción significó aproximadamente 1.757 millones de dólares. Se trata de una cifra impactante, teniendo en cuenta que la producción minera en San Juan en el 2003 estaba valuada en sólo 416 millones de pesos, contando exclusivamente los minerales industriales o no metalíferos como la cal y piedras ornamentales.

La mina más importante es la de Veladero, ubicada en Iglesia; que cerró el 2010 con una producción de 1.120.000 onzas, debido al acceso a mejores leyes y al incremento en el procesamiento, logrado a partir de la expansión de una chancadora en el tercer trimestre de 2009. Pero ya anticiparon que este año será menor -no dan cifras- "debido a menores leyes en Veladero, tal como se anticipó en el plan de la mina”, dice en el reporte oficial de Barrick, la operadora del proyecto. Por su lado Gualcamayo produjo el año pasado 135.140 onzas de oro, cifra que planean superar en el 2011. Hasta el primer semestre del año llevan 80.791 onzas. Por su lado Casposo, la mina más chica de las tres, ubicada en Calingasta recién empezó a producir este año y no informaron la cantidad de onzas sino solamente que van a producir 365.000 toneladas de material por año.

El aumento de la actividad minera en la provincia ha generado una rápida y creciente necesidad de productos y servicios, así como de profesionales. San Juan se ha adaptado a los requerimientos del mercado minero, y ha creado una amplia gama de proveedores, en muchos casos sucursales y representaciones de empresas multinacionales, y en otros casos pymes que han encontrado en la minería un importantísimo nicho de mercado.