La semana que pasó estuvo marcada por una nueva escalada del oro en la tabla de cotizaciones. La onza troy cerró el viernes pasado a 1.246,2 dólares, en Nueva York. De esta manera, alcanzó un nuevo máximo histórico. El comportamiento del metal dorado siguió copiando los resquemores del mercado y nuevamente funcionó como resguardo de capital. La crisis europea fue, en esta coyuntura, la palanca del temor financiero.

El rescate por 700.000 euros anunciado por el Banco Central Europeo representó una bocanada de oxígeno para los inversores más temerosos. Pero el “veranito” sólo duró 72 horas. Y volvió el clima de tensión.

El colapso de algunos países como Grecia, España, Irlanda y Portugal atentó contra la cotización del euro, que venía un tanto sobrevaluado comparado con el dólar. Los inversores comenzaron a equilibrar las cosas al desprenderse de la moneda europea y volcarse a los títulos del tesoro de Estados Unidos, que son una inversión segura a 10 años y pagan un 3 por ciento de interés. Esto fortaleció al dólar, que comenzó su recuperación tras la crisis del año pasado. Y también empujó al oro en la tabla de cotizaciones.

Como publicó el diario www.cronista.com.ar “los inversores parecen haber descubierto que si bien a las empresas ‘demasiado grandes para caer’ siempre son rescatadas por el Estado, a los países en crisis nadie los socorre excepto ellos mismos (…) la solución vendrá, dolorosamente, con un recorte del gasto, paquetes de medidas que apuntarán a reducir salarios y jubilaciones”.

De hecho, fue lo que ocurrió la semana pasada en España, al anunciar José Luis Rodríguez Zapatero un recorte de salarios estatales del 5 por ciento para este año, más el congelamiento de los sueldos para todo 2011. La respuesta, de inmediato, fue un paro general para los primeros días de junio.

El clima de inestabilidad apuntala la cotización del oro, vistas así las cosas, razón que alienta las inversiones y la mayor producción del metal doré en estas latitudes. La cuenta es sencilla: más se vende, más se recauda en materia de tributos y en materia de generación de actividad económica.

El escenario se corresponde con los conceptos vertidos la semana pasada por el economista de la Fundación Mediterránea Juan José Llach, de visita en San Juan, invitado por la Bolsa de Comercio:

“Yo creo que la economía global va a seguir recuperándose a pesar de este gran lío que hay en Europa. Creo que Europa tendrá una etapa de bajo crecimiento por bastante tiempo, lo cual no es bueno para el mundo”, dijo Llach.

“Los países emergentes, yo creo que salen fortalecidos de esta crisis. Están casi todos ellos recuperándose bien. El 90 por ciento del aumento de la demanda de los productos básicos va a venir desde los países emergentes: Asia, África, América Latina. Eso es muy importante para la Argentina y para esta provincia. De cada 100 dólares que está aumentando el producto bruto en el mundo, 75 vienen de los países emergentes”, concluyó el ex ministro de Educación delarruísta.