Un geofísico sanjuanino pasó al historial de la profesión como el primero en recibir el premio al "Logro Técnico” de la Sociedad de Geofísica de Canadá, una de las pocas entidades de su tipo y de las más reconocidas del mundo. Daniel Trad fue distinguido por estudiar y aplicar una técnica matemática y con principios físicos que permite hacer interpolación de datos en la búsqueda de petróleo básicamente, esto es ni más ni menos que decir predecir aquellos datos faltantes de la realidad, luego de generar un sismo artificial, para determinar dónde hay existencia de petróleo. El método que nació en Canadá de la mano de Trad -para solucionar una necesidad puntual de la multinacional para la que trabaja- ya se utiliza en distintos países que explotan este recurso y que necesitan datos precisos para hacer las perforaciones sin perder dinero.
Todo empezó cuando Daniel tuvo que optar por una carrera universitaria. Su sueño era convertirse en oceanógrafo, una profesión difícil de estudiar para quien nació al pie de la cordillera de los Andes. Sin embargo, Trad no se deshizo fácilmente de su afán y trabajó para ello con miras a trasladarse en tercer año hasta la Universidad de Bahía Blanca para especializarse y así conseguir su cometido. Por eso empezó estudiando Ingeniería en la UNSJ y al año siguiente optó por Geofísica (ambas carreras tenían materias comunes y un ciclo inicial similar) para acercarse más a su vocación. Estaba seguro que adentrándose al mundo de la Geofísica le sería más fácil saberlo todo de la Oceanografía Física. Iba en ese camino cuando cerraron la carrera en la universidad del Sur bonaerense.
Él no desistió y al terminar 3¦ año en San Juan ingresó al afamadísimo Instituto Balseiro (en Bariloche), tras rendir un examen de admisión. "Fue lo máximo que me podía pasar como estudiante pero no me acostumbraba al ritmo. Era tal la presión que sentía que decidí volver a San Juan”, cuenta el profesional que finalmente obtuvo su título de Geofísico en la UNSJ en 1994.
Pasó poco tiempo hasta que consiguió su primer trabajo en el Cricyt (el Centro Regional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas, un organismo oficial de investigación que funciona en Mendoza). "Esta fue una gran oportunidad porque tenía trabajo como becario del Conicet y a la par podía hacer mi doctorado”, relata quien en ese entonces hizo foco de su interés en un método geofísico para obtener y procesar datos vinculados al campo electromagnético. Esas investigaciones lo relacionaron con profesionales del Observatorio Nacional de Río de Janeiro y ahí se abrió otra puerta: mientras desarrollaba el método de procesamiento de datos adquiridos que se basaba en trabajar con las propiedades eléctricas de la tierra, del agua, etc, respecto de su conductividad, estructura y profundidad, para referenciarlas con los pozos petroleros, se contactó por mail con un profesor brasileño que lo invitó a hacer un doctorado en la Universidad de British Columbia, Canadá. Entonces aunque los estudios estaban muy avanzados, entregó la documentación que debía publicar, el resto de papeles los archivó en un depósito, renunció al Conicet, hizo las valijas y se instaló en Vancouver.
"En el 2001 me doctoré con una investigación absolutamente diferentes de las que venía llevando a cabo. Nos dedicamos a estudiar un método de interpolación de datos. Esto es predecir matemáticamente toda la información que no se obtiene con la sísmica, es decir con la provocación de un sismo artificial (que se logra a partir de explosiones de dinamitas, de las vibraciones de camiones o de cañones de aire para registrar la energía que producen) sobre la roca y su estructura. Estos datos se brindan a los geólogos para interpretar de manera más exacta el lugar indicado para hacer las perforaciones”, explica a grandes rasgos su proyecto basado en 5 dimensiones, trabajo por el que obtuvo además un post doctorado y una gran alegría, el premio de sus colegas.
"Este reconocimiento fue muy importante para mí y para la empresa en la que trabajo -la CGGVeritas- porque fue la primera vez que se entregaba. Pero a su vez, para mí tiene el valor de haber respondido a las necesidades de la industria petrolera, no sólo en esta empresa, sino que ya se aplica como herramienta práctica en el mundo entero. De algún modo fue un premio para San Juan pero también para Canadá que es el país adoptivo que me cobijó hace 16 años, que me dio una familia y me dio la oportunidad de desarrollarme en esta profesión”, dice con orgullo el profesional que cada vez que viene a San Juan -cada dos o tres años- aprovecha para volver a las aulas de la facultad de Ciencias Exactas. Cree que es una oportunidad para tomar contacto con sus colegas y los nuevos alumnos.
¿Petróleo en San Juan?
Es inevitable no preguntarle a este experto -aunque no es específicamente su área de estudio- acerca del proyecto de exploración petrolera impulsado en la provincia, en las zonas de Tamberías, Niquivil y Jáchal específicamente. Allí hay indicios -después de años y años de trabajo- de que podrían haber yacimientos. De hecho, en San Juan se han hecho estudios desde la década del "40 hasta estos días.
Inclusive, este año, en agosto pasado, el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el CEO de YPF, Miguel Galuccio, presentaron el Plan Exploratorio Argentina, que marcó el relanzamiento de la actividad en cuencas nuevas y que incluyó a San Juan, entre otras provincias que llamativamente no tienen tradición hidrocarburífera pero si potencial petrolero. Con este plan se prevé perforar en el período 2012-2016 unos 250 pozos exploratorios (50 de ellos durante el presente año), lo que demandará una inversión de 277 millones de dólares.
"No conozco mucho del proyecto, pero algo escuché hablar sobre que habrían posibilidades de encontrar petróleo en San Juan y eso sería realmente maravilloso para la provincia, en igual medida que es la minería: ambas traen desarrollo y a eso nadie puede negarse”, dice este geofísico respetado a nivel local y en el mundo.
