Del otro lado de la Cordillera, el milagro de los 33 mineros sigue siendo el tema común para toda la gente. Orgullosos cuentan una y otra vez la historia. Hasta le agregan lo que pueden. Ayer, comenzó la exposición de la cápsula "Fénix 2" frente a la Casa de la Moneda y miles de personas largaron como una especie de procesión para admirarla y sacarse fotos. De paso, el presidente Piñera sigue en el exterior firme en la escalada de popularidad que significó el suceso mundial. Toda una historia.
Está ahí. Al alcance de la mano. Mejor dicho cerca de los ojos, porque un vallado metálico impide que alguien la toque. Es la cápsula "Fénix 2". La que subió a los 33 mineros en el ya denominado "Milagro de Copiapó". Sólo el hecho de estar a un par de metros de ella produce una aceleración en las pulsaciones. Es la cápsula. La que vimos por televisión hace menos de una semana como escaparate a la vida de 33 mineros que pasaron 70 días bajo tierra. Se la trajeron a Santiago. Pese al enojo de las autoridades de Copiapó, allá al Norte de Chile. Es que los lugareños querían lucirla orgullosos. Pero el suceso va más allá de los deseos de algunos. Hoy por hoy la exhiben frente a la Casa de la Moneda. El palacio de gobierno de Chile. En plena capital del país. Porque, lo que fue un desastre y terminó en un milagro, es causa nacional.
Acá, en Chile, no se habla de otra cosa. En todos lados. Cada uno con su historia. Con lo que escuchó, lo que vio o se enteró. Y, de paso, otro poquitito más. Lo cierto es que todos están convencidos de dos cosas. La primera, que fue un milagro hecho carne. Y, la segunda, que resultó una causa nacionalista que catapultó al gobierno del presidente Sebastián Piñera a lo más alto de las preferencias. Tanto, que los ojos del mundo, que la semana pasada estuvieron todos observando cómo eran rescatados los mineros, hoy hablan de la organización y humanismo de los chilenos.
Mientras en Inglaterra el presidente Piñera entrega inclusive souvenires (una de las piedras que sacó el segundo minero) a la mismísima reina Isabel II, en su periplo por el Viejo Mundo aprovechando el momento de popularidad, en Santiago los chilenos gozan de ciertos privilegios. Como éste que les colocaran la cápsula frente a la Casa de la Moneda. O la que tendrán el lunes, cuando los 33 mineros sean recibidos por el propio Piñera y aparezcan, juntos, ante, lo que se presume, una tremenda multitud de personas para vivarlos.
Lo cierto que todo Chile sube al influjo del suceso de Copiapó. Al ritmo de la cápsula. Porque si ese habitáculo sirvió para salvar 33 vidas, también servirá para que el país trasandino siga ganando en popularidad. Los gobernantes lo saben, y aprovechan el momento. La gente también, y lo goza.
Ayer, la mañana estuvo convulsionada en pleno centro de Santiago. La gente se fue enterando que se estaba exhibiendo la cápsula y para allá partió. Se la podía observar a unos 30 metros, porque habían colocado un gran vallado y los carabineros cuidaban que nadie se pasara. Pero exactamente al mediodía bajó una orden: Que se colocase un nuevo vallado pero éste en forma de corredor y que pasara apenas a un par de metros. Por eso llegó un camión con los paneles que servían de vallas y comenzaron a colocarlos formando el caminito.
La cápsula, que pendía de una estructura metálica, luce todavía los rasgos de la fricción con la roca. En la realidad, impacta por su altura (alrededor de 4 metros) pero más aún por su estrechez. Parece increíble que una persona haya podido aguantar más de 700 metros subiendo en ese habitáculo.
La gente, incluyendo a este periodista de DIARIO DE CUYO, hizo cola por más de una hora bajo el sol para convertirse en los primeros en pasar cerca de la cápsula. Y, cuando comenzó la procesión, los gritos de ¡viva Chile! aparecieron por todos lados.
Parece mentira dijo Martín Laos, un obrero de la metalurgia que lucía un casco de color verde y que hacía horas que estaba en el lugar. Inclusive le pidió a un carabinero poder estar más cerca pero éste se lo negó. Por eso, cuando se hizo el nuevo pasillo, Martín estaba ansioso del momento.
Claudia Martínez, que trabaja en la empresa Microsoft, agarró su teléfono y le dijo a su madre: "Me quedo. Estoy haciendo cola para ver bien la cápsula. Me voy a sacar unas fotos y voy a casa. Esperame con el almuerzo". Igual que Martín, Claudia era pura alegría. "Esto es un milagro, pero le hizo bien a todo Chile. Hoy el mundo habla de nosotros. Pero es con razón. El gobierno hizo todo lo que estuvo a su alcance para salvar esta gente. Y los chilenos, todos, rogamos y suplicamos a Dios que todo saliera bien".
Pedro Sepúlveda, un hombre de 72 años, jubilado y que inclusive trabajó en una mina en el Norte, se mostraba como la excepción. Alegre, igual que todos, aclaró que "espero que luego de tanta trascendencia que se le dio al tema, la preocupación de los gobernantes sea siempre la misma. Esto de los mineros salvó al presidente de la mala opinión que muchos tienen de no estar haciendo nada por la gente que sufrió por el terremoto. Un tema tapa al otro y todo se va perdiendo en el tiempo".
La cola para pasar al lado de la "Fenix 2" se hizo de varias cuadras. Todos con cámaras fotográficas. Todos expectantes. El suceso conmueve a Chile. Y en el mundo todavía hablan de lo que pasó en Copiapó. Es increíble. Los diarios siguen, como pueden, lo que hace cada uno de los mineros. Los acompañan a donde van. En el Diario "Las Ultimas Noticias" cuentan cómo Claudio Yáñez cambió de look con una estilista colombiana y de paso que cenó junto al multimillonario Leonardo Farkas, el mismo que le regaló a cada familia de los mineros 5 millones de pesos chilenos cuando éstos todavía estaban dentro de la mina.
También cuentan que el minero boliviano Carlos Mamani fue recibido con honores en su país por el presidente Evo Morales, quien le ofreció una casa en Cochabamba y un trabajo en una minera estatal.
El País.com reseña cómo se preparan cuatro de los 33 para su viaje a España, donde los mineros fueron invitados a un programa de la cadena Antena 3 española que se transmitirá mañana. Ayer los mineros dejaban todo listo en cuanto a pasaportes y por la noche viajaban.
Así está Chile. El tema del rescate exitoso de los mineros sigue en la cresta. El momento es alucinante. Como que el país sube en cápsula.
