La primera vez que estuvo en San Juan fue hace 43 años, por un campamento organizado por una comunidad judía de Buenos Aires. Y según contó, guarda con cariño la búsqueda del lugar donde Sarmiento escribió ‘Las ideas no se matan’. Daniel Goldman (56) es rabino de la comunidad Bet El (Buenos Aires) y uno de los más respetados a nivel nacional. Es integrante de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y fundador del Instituto del Diálogo Interreligioso. Precisamente ayer llegó para abrir un nuevo postgrado de Convergencias Judeo Cristianas y habló sobre la metodologización del diálogo interreligioso y de su amistad con el Papa.

-¿Qué implica pensar en la metodologización del diálogo?

-Todo diálogo es religioso. Parto de la base de que tenemos que entender que lo religioso tiene la síntesis vinculada a la idea de ligar unos con otros. El diálogo no es intercambio de información, es una experiencia vital que transforma y que hace que en esa metamorfosis que uno vive pueda superar prejuicios y entender y comprender el lugar que el otro ocupa en mi vida.

-En San Juan, el diálogo interreligioso es fluido e interactivo, ¿es un característica común de todas las provincias?

-La Argentina tiene justamente esa característica, que permite que se den estas cosas de manera fluida. Pero no es algo que surge naturalmente, es algo que se va trabajando.

-¿Qué representa la figura del Papa para el entendimiento del diálogo interreligioso?

-El papa Francisco es una figura inspiradora. Él, junto al rabino Marshall Meyer, son claves en esto. La naturalidad con la que Francisco encara el diálogo interreligioso es atrapante y nos ayuda constantemente.

-¿Cómo es su relación con Francisco?

-Nos conocemos desde hace mucho. Con un grupo de amigos nos juntábamos a almorzar una vez por mes, pero no a debatir cuestiones teológicas, sino a celebrar el encuentro. Un día, Jorge (Bergoglio) nos dijo que se tenía que ir a Roma y entonces arreglamos juntarnos otra vez el 24 de mayo. Pero resultó que lo eligieron Papa. Así que los amigos le escribimos para decirle que el 24 estaba la juntada y que si iba a venir. Nos respondió que no, que fuéramos nosotros. Le dijimos que íbamos siempre y cuando él pagara el almuerzo (ríe). Y Jorge nos dijo que sí, así que el 24 de mayo de 2013, sin que lo supiera nadie, nos juntamos a almorzar.

-¿Qué opina sobre el rechazo de la Cámara Federal a la constitucionalidad del memorándum entre Argentina e Irán por la causa AMIA?

-Es un tema complicado y prefiero no opinar. Sí creo que tenemos que acompañar a los familiares y víctimas independientemente de las estrategias judiciales.

-¿Cuál es su postura con respecto a la incursión política del rabino Sergio Bergman?

-La tradición judía permite que un rabino pueda expresarse y ejercer un cargo político. Sólo puedo decir que me parece que su presencia es significativa.

-¿Usted también tiene algún tipo de aspiración política?

-No, yo no.

-¿Se sintió muy expuesto a las críticas por apoyar el matrimonio gay?

-Fui parte de la lucha que entendía que debíamos buscar acompañar a los seres humanos en su santificación del amor. Y sí, he sido muy criticado, pero de eso se trata la comunidad, de criticar y que a uno lo critiquen.