Bolivia, 9 de julio.- "Frente a tantas situaciones de hambre en el mundo no podemos decir: ‘No nos dan los números, no nos cierran las cuentas’. Es imposible enfrentar estas situaciones, pero entonces la desesperación termina ganándonos el corazón", se lamentó Francisco frente a una multitud. Fue en la misa que ofició en Santa Cruz de la Sierra, en su segundo día de visita a Bolivia.

Ante cientos de miles de personas en el parque del Cristo Redentor, el pontífice criticó esa lógica del descarte que pretende imponerse en el mundo de "nuestros días".

Durante su discurso, agregó que "una lógica que busca transformar todo en objeto de cambio, de consumo, todo negociable. Una lógica que pretende dejar espacio a muy pocos, descartando a todos aquellos que no producen, que no se los considera aptos o dignos porque aparentemente no nos dan los números".

Mientras que, al reflexionar sobre la lectura vinculada al milagro de los panes y los peces, Francisco recordó que Jesús invitó a los discípulos a dar de comer a los que tenían hambre. "Una invitación que resuena con fuerza para nosotros hoy: No es necesario que nadie se vaya, basta de descartes, denles ustedes de comer", clamó.

Además, su sermón fue un elogio a las madres, que "cargando a sus hijos en las espaldas llevan sobre sí la vida, el futuro de su gente. Llevando sus motivos de alegría, sus esperanzas. Llevando la bendición de la tierra en los frutos. Llevando el trabajo realizado por sus manos".