El incesante aumento de los accidentes automovilísticos en nuestro país, ha llevado a las autoridades de distintas jurisdicciones a extremar las medidas preventivas para atenuar las catastróficas secuelas del flagelo.

Se han pasos positivos en cuanto para concientizar a conductores y peatones sobre los riesgos que se corren al desconocerse las normas de circulación. Además, se actualizan legislaciones y exigencias para otorgar la licencia de conductor, de manera que se llegue a disponer de un documento nacional, en el que San Juan espera hacer punta a partir del año próximo, con mayores requisitos, incluyendo a las renovaciones.

Por otra parte las autoridades nacionales han avanzado en la implementación de los elementos de seguridad activa y pasiva que deberán contar los vehículos nuevos, como sistemas de frenos antibloqueo, o ABS, y las bolsas de aire (airbag), entre otros y proveer el casco en el precio de una motocicleta.

Todo ello es altamente positivo frente al crecimiento del parque automotor, las mayores prestaciones de los rodados y las limitaciones que plantea al sistema carretero. Pero lo que realmente se observa en nuestra provincia como una contradicción oficial, es que no se exija la verificación del estado del vehículo, como ordena la ley nacional de tránsito y el sentido común.

Prueba de ello son los accidentes que pudieron evitarse en los últimos días, como una colisión en el Conector Sur, debido a la falla de los frenos de uno de los rodados y el deplorable estado del

otro. En Sarmiento, otra vieja camioneta mató al dueño, al arrancar intempestivamente y cuando trataba de arreglar una avería.