Navegando a motor y otro tanto a vela, según soplen los vientos, la fragata Libertad, continuaba ayer travesía en altamar en el viaje que la traerá de regreso a la Argentina después del periplo de casi tres meses de retención en Ghana.
Ayer, el buque Escuela de la Armada Argentina se encontraba navegando rumbo a Brasil para arribar el próximo 9 de enero al puerto de la ciudad de Mar del Plata.
Y su llegada será todo un acontecimiento. Ya está confirmado que la presidenta, Cristina Fernández, viajará a la ‘Ciudad Feliz’ para recibirla en la dársena de la Base Naval. Mientras que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno trabaja en un plan de bienvenida con el envío de un barco lleno de empresarios kirchneristas.
Como sucede en estos casos, muchas embarcaciones a motor y a vela acompañarán la entrada a puerto del buque. Y en dos de ellos estarán los empresarios morenistas.
Se trata del Grupo FAVE están organizando dos excursiones marítimas. La primera saldrá a las siete de la mañana, navegará 40 millas mar adentro y dejará que los 30 pasajeros que pagaron $900 cada uno realicen pesca de altura. El precio incluye desayuno, almuerzo, merienda, cañas y carnadas. Luego de la jornada de pesca la embarcación regresará para acompañar la llegada de la Fragata desde las 10 millas marinas a puerto.
La segunda opción es una embarcación con capacidad para 40 pasajeros que saldrá del puerto marplatense tres horas antes de la llegada de la nave insignia. Este paseo tiene un costo de 600 pesos.
La fragata zarpó el pasado 19 de diciembre con destino al país luego de estar retenida en el puerto ghanés de Tema por casi tres meses tras el pedido de embargo que impulsó un denominado ‘fondo buitre‘ contra la Argentina.
‘La fragata se encuentra navegando con rumbo Sudoeste a una velocidad de 8 nudos, a 740 millas náuticas (1350 kilómetros) al este de Salvador de Bahía, Brasil‘, precisó la cartera castrense a través de un comunicado. Siguiendo esa travesía, se estima que el próximo miércoles se ubique a la altura de Cabo Frío, accidente geográfico cercano a la ciudad de Río de Janeiro.
Desde su zarpada, en el Golfo de Guinea, la fragata navegó a motor las zonas dominadas por las ‘calmas ecuatoriales‘, debido a la escasa intensidad de los vientos comunes en el lugar. Al llegar a la zona de los vientos alisios, vientos permanentes que soplan de sudeste a noroeste, pudo finalmente desplegar sus velas cuchillas, lo que le permitió incrementar su velocidad.
Buzos tácticos de la Armada, que integran la tripulación de la fragata, luego de la zarpada y ya en aguas internacionales, efectuaron la limpieza de las hélices y de las tomas de refrigeración de los motores, que se encontraban con incrustaciones calcáreas, lo que le restaban velocidad al buque.
Por su parte, fuentes militares comentaron a DyN que entre ellos se encontraron muchos caracoles a raíz de que esos moluscos se adhirieron el barco porque estuvo casi tres meses varado en agua de mar en el puerto de Tema.