Cafrune montado a caballo en la entrada de Jáchal. Famosa Esquina de Arco. Foto gentileza Yamila Cafrune.

 

Cafrune fue de esos artistas del nivel ídolos populares, hacía cosas que, a ojos de hoy, sonarían como increíbles, ya que llegaba a los pueblos y ciudades montado a caballo con su guitarra cruzada a su pecho. Y es contra-modelo porque no dependía su evento de primero pasar por las estrategias de marketing, ni contratos en escribanía ni asesores técnicos, ya que sellaba su encuentro artístico con un compromiso con el pueblo expuesto en la demostración callejera del encuentro a cielo abierto para compenetrarse con la argentina real en cada rincón de la patria a donde llegaba.

¿Quién fue este cantor?

Ese trovador popular fue Jorge Antonio Cafrune Herrera "El Turco" era un paisano bravo, amigo de bagualas y juegos de tabas que supo ser domador, corredor de cuadreras, boxeador y protagonista de peleas a cuchillo, este criollo de primera generación era hijo de "Jorge" Cafrune, un inmigrante de origen sirio libanés que amasó una fortuna vendiendo comida, bebida y ropa. La madre, Matilde Argentina Herrera, también era sampedrina y descendiente de árabes.

El estilo de andar a caballo por la Patria

Andar por el país a caballo fue el talante del ser de Cafrune. En una gira que lo trajo a San Juan-Jáchal, arrancó desde La Quiaca, extremo norte de la Argentina, cinco camiones, dos camionetas un auto, su familia, media docena de colaboradores y tres caballos lo acompañaban a cada pueblo donde se presentaba junto al Soldado Chamamé y el Mataco Soria, un guitarrista y cantor. Prevista para durar cinco años, el costo fue tal que en 1969 debió interrumpirla. Aún hoy hay miles de fotos y docenas de horas de filmación que esperan su rescate del olvido, en su paso por lugares como Humahuasi, el Puerto de Tres Cruces, San Salvador de Jujuy, su El Carmen, Termas de Reyes, Aguilar, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, etc. En Jáchal fue recibido por una multitud en el club Racing, donde cantó todo su repertorio y departió con amigos y dirigentes de la Ínsula jachallera de cosas trashumantes y anécdotas de su gira.

En el Club Racing de Jáchal donde Cafrune cantó. Gilberto y Miguel Campanello, don Pinina
Guevara; Macoco Landa, Turco Latuf -amigo personal de Cafrune-, Don Ortega, el joven Chato Navarro y el Niño Piojo Herrera. Foto gentileza Flia. Guevara.

Si pudiera elegir el mismo camino

Ante la pregunta contrafáctica a Cafrune de sí elegiría de nuevo este antimodelo que trascendió a su tiempo y sobre todo la modalidad de relación con el pueblo, pensamos que respondería , de seguro, que sí volvería a hacerlo del mismo modo, porque preferiría el caballo a los aviones, el gaucho al traje, lo real al streaming, el trovador espontáneo a la fórmula del coaching, en fin, no cambiaría por nada los vientos de cada región del país que lo envolvían al transitar por los caminos y los pueblos de la patria buscando los rostros y las manos del pueblo de a pie en carne viva, en una especie de renovación continua de la épica de la fundación de la patria, del Martin Fierro y los héroes que independizaron a la Nación. Esta presunción de que volvería a ser el mismo y de elegir la misma relación con el pueblo y el terruño queda afirmada por el contexto en las que acaeció la muerte del gran juglar, ya que un 1 de febrero de 1978 alcanza el cielo tras ser atropellado por una camioneta, cuando estaba viajando a caballo rumbo a Yapeyú para depositar un cofre con tierra de Boulogne Sur Mer en el homenaje por el bicentenario del nacimiento de José de San Martín.