Buenos Aires, 12 de julio.- Un simpático pichón de Grulla Africana Coronada logró pararse derecho por primera vez gracias a un raro pero efectivo tratamiento que recibió en un santuario de aves de Inglaterra. Como nació con los dedos de las patas poco desarrollados, sus cuidadores le proporcionaron una opción.
Ahora, el pequeño animal camina casi sin dificultad por los terrenos del santuario de aves de Paradise Park, en Hayle, Cornualles, donde sus cuidadores lo observan mientras se acostumbra a una suerte de guantes verdes que le obligan a mantener los dedos estirados para que crezcan más, según el sitio inglés DailyMail.
"Pusimos los vendajes en las patas del ave y los dedos empezaron a estirarse", señaló complacido el protector del pichón, David Woolcock. Por ahora, el animal no se reunirá con su madre porque los especialistas temen que ella no lo acepte. Sin embargo, se espera que pueda conocer a sus pares en agosto de este año, cuando esté más grande.
"A veces camina por el parque porque sus cuidadores lo sacan a pasear para que estire las piernas", convino Woolcock. Se supone que llegue a medir un metro y 20 centímetros cuando sea adulto. La especie fue declarada "vulnerable" en el Reino Unido, por lo que los especialistas están felices de poder ayudar a un pequeño a crecer bien.
