La oposición bloquista espera el llamado a la Honorable Convención partidaria para intentar frenar en ese ámbito el acuerdo con electoral el PJ, pero en el oficialismo interno hay dudas y aún no saben si harán la convocatoria. La conducción se reunió anoche y a pesar de que era una de las últimas posibilidades de fijar fecha para que se reúna el máximo órgano interno, el tema quedó en el aire y cada vez hay menos tiempo. En el entorno íntimo de la presidenta de la fuerza, Graciela Caselles, contaron que una alternativa legal es no someter la alianza a consideración de los convencionales y aprobarla directamente en el Comité Central. Lo atribuyeron a que quieren evitar más enfrentamientos, aunque también hablaron de dificultades para obtener los votos que necesitan.

Anoche se hizo la última reunión del mes del Comité Central y no se impuso una fecha de reunión de la Convención. Los delegados facultaron a las mesas directivas de los dos órganos a que se junten y resuelvan la cuestión, lo que tampoco garantiza el debate entre los convencionales. Por el contrario, un dirigente del oficialismo bloquista advirtió que es “una facultad y no una obligación”.

Esta semana, en una entrevista concedida a DIARIO DE CUYO, Caselles aseguró que están pensando hacer la reunión de la Convención entre el “2 y el 10 de junio”, es decir, apenas unos días antes del 12 del mismo mes, cuando en la Justicia Electoral vence el plazo para que los partidos anoten las alianzas electorales que utilizarán como herramientas para los próximo comicios legislativos. Sin embargo, desde la misma conducción dijeron que esta vez es posible que terminen obviando ese paso.

El bloquismo, como ya lo ha hecho el PJ, su principal socio, supuestamente debe ser autorizado por las dos terceras partes de su máximo órgano partidario a conformar una alianza, sea con el Frente para la Victoria o con fuerzas de la oposición. Incluso, ese mecanismo viene utilizando desde el año 2007, cuando por primera vez selló la unidad con el giojismo para competir en las urnas.
Las fuentes aseguraron que no tienen la obligación de convocar a la Convención y que basta con una expresión de voluntad política del Comité Central o la mesa directiva del mismo para renovar el frente con el PJ, donde Caselles y su equipo cuentan con amplia mayoría. Y para evitar eventuales cuestionamientos jurídicos, dejaron abierta la puerta de sumarse al frente como adherentes y no como socios (ya lo hizo en ese carácter en las elecciones provinciales de 2007).

La ley nacional que regula la constitución frentes, la 26.571, dice en el artículo 8 que las fuerzas aliadas deben presentar en la Justicia Electoral la “aprobación por los órganos de dirección” interna. Y en otro apartado establece que es obligación elevar un acta “de los órganos competentes” que dé fe de la voluntad de fusionarse con otros partidos políticos.

Según las fuentes, la opción de no pasar por la Convención está en estudio para no exponerse a nuevos y fuertes encontronazos con los opositores, evitar más fracturas internas (algunos que no están de acuerdo en ir con el PJ jugarán por afuera) y “preservar el partido”. Pero también advirtieron que los votos están muy ajustados y que no saben si llegan a los dos tercios necesarios para garantizarse la continuidad de la amalgama que los une con el peronismo.

El desenlace de la historia podría terminar en otro revuelo puertas hacia adentro. Pasa que algunos opositores bloquistas apuestan a trabar el acuerdo con el PJ en la Convención. Uno de los que rechaza la idea de seguir con el giojismo es Juan Domingo Bravo, quien esta semana se mostró confiado en que la conducción de Caselles no reunirá los dos tercios de los votos y que así, se caerá el frente. Chance que pierden si el tema se cocina en la mesa chica.