Despertar a los sanjuaninos de una larga siesta ideológica. Ese fue el objetivo que llevó a Domingo Faustino Sarmiento junto a un grupo de amigos, a publicar El Zonda, un periódico que vio la luz a lo largo de sólo 6 ediciones. Pero esta cantidad fue más que suficiente para crear malestar en la esfera gubernamental. Hoy se cumple 170 años de la última edición. Es que a modo de censura, el Gobierno local le aplicó un impuesto exorbitante, que no se pudo pagar, lo que provocó el cierre de la publicación.

El periódico sarmientino estuvo inspirado en su espíritu unitario, en medio de un gobierno local federal, de la mano de Nazario Benavides. A pesar de su corta vida, fue una publicación emblemática de la época. Era impreso en la imprenta del Estado, pero no por eso dejó de hacer críticas al modelo de Gobierno de entonces. La característica más importante fue el tono irónico de las notas. "Dudo que los posibles lectores que formaban parte de la población hayan entendido todo lo que quiso decir Sarmiento. La mayoría tenía escasa formación cultural, más allá del alto analfabetismo. Las palabras de Sarmiento siempre fueron agudas y de doble sentido", dijo Guillermo Collado Madcur, quien, junto a Cecilia Yornet, realizó una investigación sobre este periódico.

En 1945, el historiador Ricardo Rojas escribió: "Los jóvenes se cuidaban muy bien de dilucidar sus propósitos. Es por eso que en un primer comienzo Benavides los dejó andar". La última edición fue diferente al resto. El nombre del diario no estaba remarcado. Además se agregó una frase en latín que, traducida, decía: "Lo que se escribió ya está escrito".

Este periódico se transformó en la herramienta mediante la cual Sarmiento mostró su disconformidad con el poder reinante. Una situación poco común en la provincia, ya que ninguno de los periódicos que habían sido publicados desde 1825 se rebeló contra la forma de gobierno ya que la imprenta era estatal. Además, por su estilo, marcó una diferencia con el resto de publicaciones.

El propio Sarmiento explicó a sus lectores de qué se trataba la propuesta. "¿Qué es pues un periódico? Una mezquina hoja de papel, llena de retazos, obra sin capítulos, sin prólogo, atestada de bagatelas del momento. Se vende una casa. Se compra un criado. Se ha perdido un perro, y otras mil frioleras, que al día siguiente a nadie interesan (…) un periódico es el hombre. El ciudadano, la medida de la civilización de un pueblo", escribió Sarmiento en la edición número 4.

Imprimieron cuatro páginas en los cuatro primeros números y seis en los dos últimos. Estaba escrito a tres columnas y usaban ilustraciones cómicas con tintes irónicos, una forma inédita de expresar descontento político. Según dijo Collado Madcur, era usual que en esa época los géneros periodísticos tomaran forma de cartas, que es lo que más se escribía entonces. Sarmiento usó varios seudónimos para firmar esas cartas que atacaban directamente al gobierno.

Una de las notas más impactantes fue la que narró el nacimiento de unas siamesas en Chile y cuyo título fue "Monstruo de dos cabezas". Mientras que "Las tapias tienen orejas" sirvió para relatar el descontento de los jóvenes de la época con el modo de vida que se llevaba en San Juan. Entre el grupo de amigos que fundaron el periódico estaban Manuel Quiroga Rosas, Indalecio Rodríguez y Antonino Aberastain, pero nunca figuraron en las publicaciones.