
La historia se remonta a casi un siglo en la provincia de San Juan. Cuando la vocación llamaba al estudiante que elegía seguir o estudiar la carrera de docente o maestra. El Estado facilitaba que ese futuro profesional fuera en lo posible, lo más preparado y capacitado para enseñar y educar a los niños. Por falta de docentes, el gobierno habilitaba a alumnas destacadas a dictar clases como maestras en la zona rural, con el sexto grado aprobado, supervisado y evaluado por docentes con título.
En San Juan sólo existían dos escuelas donde se podía seguir la carrera de docente o maestra de grado, la Escuela Normal Mixta de Maestros Rurales, "General San Martín" y escuela "Normal Mixta de Maestros Sarmiento".
Cuando a un alumno le quedaban materias que no alcanzó a aprobar en el año escolar, tenía la posibilidad de recuperarlas. Había que rendirlas como "previas" fuera del año escolar, ya sea en el mes de noviembre o marzo del año siguiente. Para ello, el alumno regular debía solicitar ante el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, Dirección de Administración, un permiso de examen, previo pago en estampillas fiscales. De esa forma, se le daba legalidad y habilitación, para que el alumno pudiera rendir las materias no aprobadas ante las autoridades del colegio.
Las maestras con títulos habilitantes se recibían con una muy buena capacitación y preparación. Es por eso que cuando nos remontamos en el tiempo, al ver esos Permisos de Examen de hace más de 85 años, nos hace pensar que estudiar para docente era algo serio, con un gran futuro y con la seguridad de una salida laboral. Tener a cargo la educación de los niños era un compromiso trascendental para las nuevas generaciones las cuales, la vocación Sanmartiniana era el pilar fundamental para que los pueblos sean libres y sepan pensar.
Por Leopoldo Mazuelos Corts
DNI 5.543.908
