Como era de esperarse, por ser lejos la fuerza de mayor fortaleza dentro del Frente para la Victoria y contar con las figuras mejor posicionadas, el giojismo se quedó con la mayoría de las candidaturas provinciales del oficialismo para las próximas elecciones. En el armado de las listas, el 80 por ciento de los aspirantes es justicialista y el 20 quedó para otros partidos políticos. Nominalmente hablando, los aliados llevan 35 postulantes y el giojismo 148. Proporcionalmente, se cedió más espacio en las listas de concejales que en los cargos de mayor relevancia.

De los 14 socios que tiene el giojismo en el Frente para la Victoria, seis lograron ubicar candidatos para las internas de agosto y las generales de octubre. De los restantes, hay muchos que son partidos recientemente creados o que no están reconocidos por la Justicia Electoral y en la mayoría de los casos, han carecido de peso político en la historia reciente de la provincia.

Los cargos en juego para este año son 183, entre gobernador y vice, 19 diputados departamentales, 15 diputados proporcionales, 19 intendentes y 128 concejales. Podrían haber sido más, como consecuencia del crecimiento poblacional que reveló el censo que se llevó a cabo el año pasado, que hubiera impactado en la cantidad de ediles y legisladores proporcionales, pero como el resultado todavía no es oficial, no se puede aplicar y la cantidad de cargos sigue siendo la misma que desde hace más de una década.

El reparto de las candidaturas en el Frente para la Victoria contó con un condimento extra: como las encuestas lo dan como el favorito, la expectativa de los dirigentes de participar en las listas fue muy alta, por la posibilidad real de salir electos. En el juego de la distribución, entre los socios, el PJ tiene ventaja por historia y estructura; y por contar con el indiscutido líder de la coalición, José Luis Gioja, que elección tras elección viene ratificando su poderío provincial: en 2003 se consagró gobernador, en 2007 obtuvo la reelección con una ventaja aplastante en todos los distritos y en las elecciones intermedias se impusieron con comodidad los candidatos que llevó de la mano, además del amplio triunfo por la re-re el 8 de mayo.

Con ese punto de partida como principal referencia para el reparto, la mayoría de los candidatos oficialistas son peronistas. El PJ le cedió a los partidos que tiene como socios el 20 por ciento y el resto quedó para figuras propias.

Al aliado que mejor le fue es el PB, que consiguió 28 candidatos. Mauro Marinero a intendente de Iglesia, Jorge Espejo a diputado por el mismo distrito, Héctor Pezzé a diputado por Angaco, Edgardo Sancassani a diputado proporcional y 23 figuras que van por una concejalía. El partido Crecer tiene a Pablo Santibañez como candidato a intendente de San Martín y a dos aspirantes a concejales. Unidad y Progreso lleva a José Soria como candidato a diputado por Rivadavia y uno a concejal; y Desarrollo y Justicia lleva dos postulantes a ediles por el mismo distrito. Finalmente, Unidad Democrática candidatea a Carlos Fernández a concejal en Rawson.

De las 128 candidaturas a concejal en toda la provincia, el giojismo dejó para sus asociados 29, es decir un 22,6 por ciento. Mientras que de las 55 de más peso político -gobernador y vice, diputados e intendentes-, les concedió casi el 11 por ciento.

Hasta José Antonio Camacho necesitó de una pata justicialista para armar con criterio propio su propia lista en Chimbas, la única que queda en pie para plantearle internas a un candidato a intendente del giojismo -en este caso Mario Tello-. El ex jefe comunal se postula para conducir el departamento y en la nómina de concejales lleva a cinco figuras de su partido, el MOVICOM, y a cuatro peronistas.