El 18 de septiembre de 1810 se celebra un cabildo abierto, ante lo cual el gobernador español Francisco Antonio García Carrasco renuncia a su cargo y se nombra una Junta de Gobierno que elige presidente a Mateo de Toro y Zambrano. Chile se convierte en un país independiente y para el mes de diciembre se convocan a elecciones para elegir diputados al congreso nacional. Los chilenos dieron pasos decisivos mucho más pronto que de este otro lado de la cordillera, ya que nosotros el 25 de mayo de 1810, sólo nos habíamos limitado a constituir una Junta que gobernaría a nombre del rey de España, para entonces preso en un castillo francés. Esta es la realidad histórica incuestionable, lo que no ha impedido elaborar hipótesis que no tienen en cuenta estos hechos.

Me estoy refiriendo a lo que muchos historiadores denominan el Plan Continental, cuya elaboración se le adjudica nada menos que a José de San Martín, por aquello de que "libero Argentina, Chile y Perú". Semejante empresa no podría haber sido realizada sin un proyecto previo, meticulosamente preparado de larga data y ejecutado minuciosamente para lo cual San Martín regresa Bs. As. en 1812. El problema es que es difícil elaborar un plan que comprenda liberar Chile, cuando este era un país completamente independiente desde septiembre de 1810. Las cosas sucedieron más bien por obra de la necesidad que por la existencia de tan majestuoso proyecto.

Llegado al país a San Martín se le encomendó la formación de un regimiento de granaderos a caballo con el cual triunfó en San Lorenzo, victoria que le proporcionó prestigio y confianza para ser nombrado comandante en jefe del Ejército del Norte que venía de sufrir numerosas derrotas. Es en el comando de estas fuerzas que nuestro prócer comprende la necesidad de liberar Lima y el Perú para asegurar la independencia americana y que el camino para lograrlo es a partir de Chile y no por la accidentada frontera Norte. Consecuente con la realidad decide solicitar se lo nombre Gobernador Intendente de la Provincia de Cuyo a fin de organizar "unos pocos escuadrones de caballería", cruzar con ellos la cordillera y ponerse bajo las ordenes del Gobierno chileno a fin que en algún aleatorio futuro se pueda marchar al Perú.

El 10 de agosto de 1814, San Martín es nombrado gobernador de Cuyo y se traslada a Mendoza, para lo que espera será una tarea en cierta manera rutinaria y tranquila. El gran contratiempo surgió cuando los españoles desembarcaron un gran ejército en el sur de Chile y comenzaron a marchar en dirección de Santiago la capital del país. Los patriotas chilenos salieron valientemente a enfrentarlos y fueron completamente derrotados en la batalla de Rancagua, el 14 de octubre de 1814. Se perdió totalmente la independencia y los chilenos sobrevivientes se refugiaron en San Juan y Mendoza. San Martín escribió entristecido "Hacía un mes de mi recepción del gobierno de Cuyo, cuando se me comunicó el acontecimiento fatal de la completa pérdida de Chile".

Entonces se hizo de la necesidad virtud, y es donde surge el mejor temple sanmartiniano, frente a la catástrofes comienza a elaborar la idea de construir un gran ejército, cruzar la cordillera por distintas rutas y "restaurar la libertad en Chile".La respuesta fue producto de la dura realidad y no de un proyecto concebido con anterioridad. Esta respuesta fue factible porque también contribuyeron a ella los cientos de refugiados chilenos que con Bernardo O’Higgins fueron de los primeros en formar en el Ejército de los Andes.

Pero como una cosa era formar unos pocos escuadrones para ponerse bajo la autoridad del gobierno chileno y otra construir todo un ejército para liberar el país, San Martín va urgir que se proclame verdaderamente nuestra independencia, para poder marchar a nombre de un marco institucional real y existente. Se alcanzaron ambas metas, en julio de 1816 nos proclamamos independientes, entre enero y febrero de 1817 se cruza la cordillera y se logra restaurar la libertad en todo Chile. Años más tarde chilenos y argentinos marcharan al Perú y contribuirán fuertemente al proceso de independencia peruano.

Los historiadores argentinos que escribieron sobre la existencia del Plan Continental, lo hicieron a finales del siglo XIX y principios del XX, época marcada por el desarrollo de fuertes nacionalismos, no estaba mal entonces quedar como los más grandes entre todos, afirmando que la libertad americana nació de un proyecto que podía calificarse como de argentino. Esto se sigue enseñando inclusive en nuestras universidades, aunque se tenga que aprender de memoria, sin el menor tipo de análisis y reflección. La historia parece que fue otra, sino no estaríamos ahora festejando con tanta alegría el bicentenario de la independencia de nuestro hermanos chilenos.