La NASA se alista para enviar a la órbita terrestre un robot humanoide, el primero en su tipo diseñado específicamente para la exploración espacial. El Robonaut 2 -o R2 como se le dice de cariño- hará un viaje sin retorno a la Estación Espacial Internacional (EEI) en el último vuelo del transbordador Discovery.
La NASA confía en que esta maravilla electromecánica de 2,5 millones de dólares algún día sirva de ayudante a los astronautas de carne y hueso que se encuentren en órbita. Es decir que el R2 colabore con los astronautas en las reparaciones de objetos de alta complejidad que tengan lugar tanto en el interior como el exterior de la EEI.
La agencia espacial estadounidense imagina un futuro en el que Robonaut 2 realice las tareas de limpieza en la estación espacial, pase horas afuera en el calor o frío extremos mientras sostiene pacientemente herramientas para los astronautas en una caminata espacial, y se ocupe de emergencias como fugas tóxicas o incendios, afirman sus creadores.
La importancia de Robonaut -con torso, brazos y cabeza de aspecto humano- estriba en que sus sucesores tendrían capacidad incluso de explorar asteroides, Marte u otros mundos en condiciones extremas que imposibiliten el acceso a humanos.
La aventura dará inicio mañana viernes, si el tiempo lo permite, cuando se espera que despegue el Discovery, en su último viaje, con seis tripulantes como compañeros de Robonaut 2, la apuesta de la NASA para reemplazar a los humanos en estas misiones.
"Aunque tal vez apenas sea un pequeño paso para este robot, en verdad constituye un salto gigante para la robótica", dijo Rob Ambrose, jefe adjunto de la división de automatización, robótica y simulación del Centro Espacial Johnson, en Houston.
Por ahora, a R2 aún le faltan las piernas, pero su torso mide un metro y un centímetro de alto y pesa casi 150 kilogramos.
Una vez en la EEI, el robot será sometido a pruebas para averiguar si funciona de manera correcta en entornos de gravedad cero, para luego ponerlo a prueba en otras tareas como el manejo de tejidos flexibles o otros menesteres de la Estación.
Por ahora, el robot será sometido a pruebas anclado a un pedestal. Pero para 2011, la NASA espera enviar sus piernas y equipo con mejoras para que pueda salir realizar caminatas espaciales. R2 está hecho de aluminio y fibra de carbono enchapada en níquel, y tiene más de 350 sensores eléctricos, lo que le permite sentir incluso una pluma con sus dedos.
Además de sus dedos de apariencia humana, las palmas de las manos robóticas son suaves y pueden capturar y envolver objetos con delicadeza. El exterior del robot se ha construido también de forma estilizada y delicada, sin bordes aparentes para evitar cortes y rasguños a los astronautas.
Robonaut 2, el primer humanoide que va al espacio, está también equipado con sensores de seguridad: Por ejemplo, si detecta objetos sensibles de daño como la cabeza de un astronauta se detendrá automáticamente para evitar una colisión, incluso si se golpeara con algo de manera brusca, el robot automáticamente se desconecta.
Los dos primeros usos que se espera que tenga el robot para ir probándolo serán la limpieza de los pasamanos de la estación y los filtros de aire, dos tareas tediosas para los astronautas que se resignan a realizar.
La apuesta de la NASA en estos humanoides es total. De hecho, actualmente tiene listos y en fase de armado otros cuatro prototipos, pese a que Robonaut 2 le significó 13 años de investigación (junto a General Motors). Robonaut 2 viajará con el Discovery hasta la EEI y se quedará allí tras el fin de la misión.
