Aseguran que no fue fácil adaptarlo al cine, por su contenido filosófico y poético (justamente lo que querían subrayar) y por eso se valieron de algunas licencias. Sin embargo, sostienen que refleja la obra de Antoine de Saint-Exupery, y que "cada frase, cada objeto está conectada con el libro de alguna forma". Ahora sí, preámbulos hechos, hoy llega a San Juan en estreno nacional El Principito, película dirigida por Mark Osborne (Kung Fu Panda) y producida por Leonardo Di Caprio.
Dispuesto a no romper el recuerdo que cada uno tiene en su corazón sobre esta historia (que ha sido llevada también a la televisión), ideó una más amplia que la contiene. La trama se centra en una niña cuya madre planifica cada minuto de su vida. Al lado de su casa vive un excéntrico anciano, un viejo piloto quien la llevará al mágico universo de El Principito, donde las cosas esenciales son invisibles a los ojos. Ambas historias, la que se armó como vehículo para contar la otra, fiel al libro, son tratadas con dos técnicas de animación diferentes: la realidad de la niña se hizo con animación por computadora; mientras que para los pasajes de la historia original se utilizó la animación o "stop motion". El artilugio fue pensado en función de los niños, para que quienes no conozcan la historia de El Principito, puedan distinguirlas. Más allá de la aprobación de quienes ya la vieron (-en mayo tuvo lugar la premiere internacional, fuera de concurso en Cannes) el equipo comenzó la seguidilla de estrenos comerciales con el pie derecho: el visto bueno de los herederos de Saint-Exupery, quienes se emocionaron con la propuesta de Osborne.
Otro dato importante es que la música pertenece al experto Hans Zimmer, creador de la banda de sonido de Kung Fu Panda y de El Rey León; y fanático del pequeño niño proveniente del asteroide B 612.
