-¿Cuál es su opinión del evento realizado entre la empresa Barrick y los posibles proveedores locales para el proyecto Pascua Lama?
-El evento realizado por Barrick con los posibles proveedores locales del proyecto Pascua Lama fue un éxito total. A esta altura, el proyecto Pascua Lama ha terminado con su vía crucis. Ver todo el auditorio del Centro Cívico lleno de proveedores de la provincia de San Juan es realmente alentador. Después de tanto luchar para que se concretara el proyecto de carácter binacional, fue muy reconfortante ver al gobernador José Luis Gioja apoyando a Pascua Lama como lo hizo desde un principio. Fue una lástima que no pudiera venir Jorge Mayoral, el secretario de Minería de la Nación, cuyas funciones fueron importantísimas para que este proyecto se constituyera actualmente como una realidad.
-¿Cree que las empresas sanjuaninas están en condiciones de convertirse en proveedores de un proyecto de la magnitud de Pascua Lama?
-Por supuesto que sí, no sólo en relación a las empresas que ya han trabajado en Veladero y Gualcamayo, que de por sí clasifican como proveedores. Eventos como este sirven para que las empresas que no han trabajado con Barrick previamente se inscriban en la lista de proveedores y conozcan la política de trabajo de la empresa minera.
También sirve para que las comunidades locales escuchen de boca de Barrick qué trabajos se va a hacer, cómo se va a realizar y de qué manera se va a beneficiar a las comunidades aledañas a la zona de trabajo.
-¿Cuál es la relación de Barrick con las cámaras mineras de San Juan?
-Es muy buena. Desconozco cuál es la relación entre las cámaras, pero con la empresa tienen la mejor voluntad. Es gente que está en la misma amplitud de onda. También es muy buena la relación que existe con las cámaras proveedoras de servicios mineros a nivel nacional. Eso es realmente importante para poder trabajar de forma conjunta en la protección de las empresas locales, ya que un proyecto de esta magnitud es muy codiciado a nivel internacional. Sin embargo a Barrick le conviene económica, política y socialmente trabajar con empresas locales.
-¿A qué se refiere cuando dice que Pascua Lama ha concluido su vía crucis?
-Esto quiere decir que el proyecto ha sentado las bases legales, impositivas, económicas, laborales y contractuales para todos los proyectos binacionales que pretendan realizarse a futuro en cualquier lugar del mundo. Es decir, que por más tiempo que llevó aprobar el informe de impacto ambiental -dos años- y por más trabas tributarias entre Argentina y Chile, Pascua Lama ha hecho y hará historia. Fue lo primero que le dije a la presidenta Cristina Fernández cuando nos reunimos para comunicarle la decisión de llevar a cabo el proyecto binacional.
-Se dice que gracias a su intervención finalmente se incluyó la zona sanjuanina al proyecto Pascua Lama. ¿Se considera de cierta manera el salvador del proyecto?
-Hubo un momento en que las negociaciones entre los dos países se turbaron un poco y comenzó a hablarse de que el proyecto sólo iba a construirse solo zona chilena. En ese momento, el gobernador Gioja y el secretario Mayoral me pidieron que intercediera y me acercara un poco más a las negociaciones. Fue aquí donde de alguna manera trabajé para lograr incorporar la zona sanjuanina al proyecto de la empresa Barrick. Pero no me gusta considerarme como el hombre que rescató la zona argentina, ya que hubo mucha gente que pujó y peleó para lograr que esto sea hoy una realidad.
-Por todo lo sucedido hasta el momento, ¿cuál será su relación a futuro con el proyecto? ¿Existe la posibilidad de convertirse en el director?
-Mi relación con Barrick ha sido siempre en calidad de asesor, especialmente para el proyecto Pascua Lama. Soy muy amigo Peter Munk, el presidente de la empresa Barrick Gold, por lo tanto también tenía un interés personal para que se desarrollara este proyecto. Sobre mi futuro no sé qué sucederá, no creo que vaya a convertirme en el director del proyecto Pascua Lama. Lo que sí es seguro es que seguiré siendo asesor de la empresa.
