No importó nada. Ni los 40 grados de temperatura. Tampoco los 45 de sensación térmica en plena ruta. Fieles a la pasión que sienten por el ciclismo, una multitud acudió a la clásica Doble Difunta Correa, que fue la prueba que cerró el año y la antesala ni más ni menos, de la Vuelta a San Juan que arranca en una semana y que promete ser aún más convocante que la anterior, sabiendo que los equipos internacionales le darán aún más nivel.

Casi como si fuera costumbre, los amantes del ciclismo tuvieron como punto máximo de convocatoria Las Cuestas de las Vacas. Allí, desde muy temprano, incluso antes que se nublara la jornada, la gente se dio cita para esperar la competencia. Para fortuna de muchos, ciclistas y espectadores, el cielo se nubló y si bien el calor igual se sintió, el esfuerzo se hizo más llevadero. En tanto que Caucete y 9 de Julio, también se mostraron a pleno con una multitud en las calles alentando al pelotón. Nadie quiso perderse la clásica y hasta el gobernador Sergio Uñac, en su auto y sin compañía, interrumpió su siesta para acompañar al pelotón hasta el Santuario.

La Vuelta a San Juan comenzará en unos días y el público sanjuanino ya la palpita con ansias.