El registro más agudo de la voz humana, soprano,’ proviene de la palabra "sopra’. Las hay que alcanzan más notas en los agudos y otras en los graves y así encontramos la subdivisión de soprano ligero o de coloratura que llega a los sonidos más elevados con agilidad y capaz de virtuosismo y soprano lírica.

La mendocina Graciela Armendáriz es evidentemente del primer tipo ya que está agraciada con una voz que alcanza clarísimos agudos aunque también su expresión la hace lírica. Nos ofreció algunos ejemplos: Gaetano Donizetti (1797-1848) es uno de los mejores bel cantistas y llegó a componer unas 70 óperas.

Falleció con la misma enfermedad mental que Schumann. Curiosamente es muy conocido por su Aria de la Locura de Lucía de Lamermoor, que se estrenó en 1835. El aria: Regnava Nel Silenzio pertenece al Iº Acto y tras una brevísima introducción Lucía canta en una noche de luna junto al lago, en compañía de su fiel Alice y le relata la leyenda de la Fuente; ha visto el fantasma de una niña asesinada.

La música es romántica pero a la vez reflexiva y ensoñadora, pero llena de agudos, una mezcla de amor -le está expresando a Alice cuánto ama a Edgardo- pero a la vez de miedo y donde se atisban signos de su futura locura. Giuseppe Verdi (1813-1901) con libreto de Piave usaron en 1851 una novela de Victor Hugo: Le Roi s’amuse (El Rey se divierte) que describe a un bufón deforme cuya única alegría es su joven e inocente hija Gilda.

En lugar del Rey Francisco Iº quien seduce y viola a la joven en Francia se traslada la escena a Mantua y el rey es un Duque.. Verdi quedó viudo después de perder a sus dos hijas. Años después se estableció una relación cada vez más cercana con la soprano Giuseppina Streponi.

Pero su padre, Carlo Verdi se distanció de su hijo por esta vida en concubinato. Las relaciones padre-hija y padre-hijo se van notando en sus dramas. Rigoletto con sus escenas grotescas fue considerado entonces por los críticos "espectáculo horroroso y repugnante’ aunque nadie puso en cuestión la belleza de su música.

En la 5º Escena del IIº Acto, Gilda enamorada de quien cree un joven estudiante pobre de nombre Gualtier Maldé, pero que es en realidad el Duque entona una aria dulce introducida por las flautas: Gualtier Maldé, nombre de mi amado; nuevamente las flautas y comienza el Caro Nome que mi a corazón hiciste palpitar.

Haciendo gala de interpretación, Armendáriz pasó de una mujer atormentada en una noche fantasmal (Lucía) a una joven inocente (Gilda). Dos años más tarde Verdi y Piave tomaron otra obra francesa, de Alexandre Dumas (hijo).

La Dama de las Camelias y la transformaron en Traviata: Violetta es una mujer perdida -Traviata- que seduce a hombres hasta que la sorprende el sentirse amada por primera vez en serio por el joven Alfredo. El padre de Alfredo -Germont- también recuerda al propio padre de Verdi, Carlo aunque al final de la ópera se enternece..

En el Iº Acto Violeta va sintiendo el amor de Alfredo y responde que no puede amar pero le resuena la frase de Afredo: "esser amata amando’ lo que nunca había experimentado. Así inicia un canto meditativo: É strano(es extraño), alegría que no conocí, ser amada amando. Pero duda: Follie..delirio vano (locura) ¿qué debo hacer en París?…¡disfrutar! y allí empieza el aria: Sempre libera degg’io. Al fondo debía sentirse una respuesta de Alfredo, reemplazado con el violín de nuestro concertino Nidhal Jebali. Añadimos pues una tercera voz de Graciela, la de Violetta.

En el cuadro 2º del Acto IIº de esta ópera estamos en un salón de fiestas de Flora, su amiga; hay un ballet de gitanas pero otro personaje -Gastón- y sus amigos aparecen vestidos de Matadores y Picadores. El Coro interpretó: Di Madride noi siam Mattadori. Charles Gounod (1818-1893) compuso Romeo y Julieta en 1867.

En el Acto Iº Julieta canta a su compañera Gertrude no una canción oscura como Lucía, ni adolescente como Gilda, ni sarcástica como Violetta, sino llena de vida y por eso la orquesta desde el inicio imprime un carácter jocoso: Je veux vivre (quiero vivir). Sabe que el amor implicará dificultades pero igual quiere vivir.

Y llegamos a Johann Strauss (1825-1899) y la nueva Aria de Armendáriz es completamente diferente. Ya no estamos en óperas dramáticas italianas sino en la genial y divertidísima opereta El Murciélago.

En esta fiesta de disfraces, Adele que es una mucama aunque vestida con ropa de su señora es reconocida por su Amo que está vestido del Marquis Renard (El marqués Zorro). Al preguntarle él si ella no está por casualidad usando el vestido de su mujer, Adele responde: Mi Señor Marqués, un Señor como usted debería tener más perspicacia.

De nuevo pudimos apreciar la capacidad actoral de quien sin escenario ni nada nos contagiaba con su risa, respondida al final por todo el coro. Después de tantas mujeres que cantan escuchamos el vals Vino, Mujeres y canto Op 333. Comienza solemnemente, casi como un himno pero enseguida cambia a un ritmo ágil y comienza el vals. La obra fue comisionada en 1869 por una Asociación Coral de Varones vieneses autodenominados Tontos.

El Coro entonaba: Quien no ama al vino, a las mujeres y al canto es un tonto toda su vida. Dos años antes el mismo coro le había comisionado el vals Al hermoso Danubio Azul.

Era por supuesto para orquesta y coro y me pregunto por qué si teníamos al coro y a la orquesta no se dio la versión original que es menos conocida. Del latin Caesar o sea el nombre de Julio César como emperador surge el alemán Kaiser o el ruso Zar. Durante una visita del Kaiser Guillermo IIº de Alemania al Kaiser Francisco-José de Austria, Strauss entregó el manuscrito de su vals al editor sin especificar para cuál de ambos era.

Una lenta marcha introductoria prepara al primer vals -son dos, uno para cada Kaiser, el modo va creciendo hasta que el chelo de Claudio Sánchez retoma la melodía del inicio seguido por trompetas, fanfarria y timbales. El vals se hace más ligero y bailable. Antes del final vuelve el solo de chelo de Sánchez (como al inicio y final de la Invitación al vals de C.M von Weber?)

Es evidente que está más cerca del Querido Franz que del prusiano Guillermo IIº !! Como bis volvimos a escuchar los "haha’ de Adele -Graciela para concluir riendo todos, pero no, faltaba la marcha Radetzky de Johann padre para que el público se de el gusto de aplaudir musicalmente.

Antes de empezar este hermoso Concierto Final se invitó a tres músicos para hacer su reconocimiento agradecido de su trayectoria en la orquesta como intérpretes y formadores; a la violinista Silvia Sugo, al Contrabajista Oscar Salas y -aunque ausente- al trombonista Ángel Paz.