El mausoleo que ordenó construir Don Alfredo Avelín es el reflejo de la custodia de dos de sus sentimientos más preciados: el amor hacia su esposa Barbarita y la lucha por la soberanía. En sus últimas palabras, el líder de la Cruzada Renovadora le dijo a su hijo: “Quiero que tu mamá esté al lado mío. Hace mucho tiempo que no la veo a Barbarita”. Por otro lado, el mausoleo tiene inscripto una frase de la pelea que encaró como senador nacional, sobre la defensa de los hielos continentales patagónicos en la disputa limítrofe con Chile. “Los pueblos que no defienden su soberanía, están destruyendo las raíces que dieron origen a la Nación”, es la frase extraída del libro “La Historia nos juzgará”, que escribió Avelín.