Argentina ha vuelto al mercado internacional de capitales, después de una ausencia de 15 años, inhibida por la morosidad con los tenedores de bonos en default y la compleja negociación judicial para levantar las condenas por la cesación de pagos. Hoy mismo estarán acreditados en las cuentas de los holdouts, prácticamente el último paso para dejar atrás esta crisis financiera.

En esta coyuntura el equipo económico ha conseguido financiamiento por 16.500 millones de dólares a través de la mayor colocación de títulos argentinos, a una tasa promedio del 7,14%, muy por debajo del costo que se esperaba pagar en marzo pasado, y se han cumplido tres metas históricas: se terminó con el default de 2001; se paga a los tenedores de bonos la deuda acumulada desde 2014, y el país consigue recursos financieros para evitar un duro ajuste fiscal.

La reacción del mercado no se hizo esperar, y el jueves último los nuevos bonos argentinos a 3, 5, 10 y 30 años comenzaron a cotizar formalmente como consecuencia de las acreditaciones a los holdouts en sus cuentas. De hecho, unos 9.300 millones de dólares, de los 16.500 que se colocaron en el mercado, fueron depositados directamente en esas cuentas, según se estableció en el acuerdo.

Próximas en la lista de espera de estas operaciones son las provincias, que buscarán aprovechar el excedente de la demanda argentina, ya que se colocó cerca de cuatro veces menos de los 67.000 millones de dólares ofertados para el país. En particular esperan salir al mercado con emisiones de entre 500 millones o 1.000 millones de dólares cada una, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Chubut, entre otras mediante una coordinación con la Nación, pero cada provincia hará su propia emisión de bonos.

En este contexto lo importante es la confianza que despiertan en el plano internacional los profundos cambios que se están dando en nuestro país. Prueba de ello es que se recibieron ofertas por 68.500 millones de dólares, cuatro veces más del monto inicial de letras a licitar, y se consiguió una tasa de 7,5% anual por los 6.500 millones de dólares para cubrir el pago puntual, a 10 años de plazo. Para tener una referencia del éxito, recordemos que hace un año el exministro de Economía, Axel Kicillof, pagó 9,25%; YPF aceptó un 8,5% y antes se pagó 16% por préstamos de Venezuela.